LA AGENDA
Y vaya que el protagonismo del secretario del Bienestar, Javier May Rodríguez, le costó a Tabasco que el caos nos llegara. El solo hecho de haber anunciado en conocido programa radiofónico que todos los afectados serían indemnizados sin previo estudio, abrió la llave para que se desataran los demonios en el estado.
Ya en el pasado se había vivido lo que se puede causar cuando la gente encuentra una oportunidad de allegarse dinero que no es legítimo. Pemex fue un claro ejemplo de lo que pasó en los años 70’s y 80´s y eso no se debió olvidar. Hoy ante temerario anuncio, todo mundo vio la oportunidad de reclamar hasta lo injustificado.
Hay una doble situación que complica más la cosas. Primero que los daños y las personas afectadas son incalculables debido a que la medición de cada comunidad, colonia, villa o ciudades nadie las tiene. Esto traerá como consecuencia que cualquiera pueda reclamar sin ser afectado, por consiguiente, si no se le paga, podrá cerrar un camino vecinal, carretera local o federal sin temor alguno.
Ese es la primera piedra en el zapato, hay otra más y esta es debido a que el aspirante al gobierno estatal, Javier May, usó indebidamente -porque se dice no tienen más herramientas- a los llamados “siervos de la Nación” quienes son servidores públicos que tocan la puerta de las casas en las zonas más humildes del país, preguntan sobre las necesidades de sus habitantes, revisan si son beneficiarios de algún programa social, los inscriben en los nuevos programas, les reparten tarjetas en donde recibirán los nuevos apoyos, y les dejan folletos con información sobre las acciones del gobierno.
Usan camisetas y gorras blancas con el logotipo de Bienestar, portan gafete
y chalecos color marrón rotulados con el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Ellos son quienes son los responsables del censo. Aquí no se conocen cuantos funcionarios hay en Tabasco para poder cuantificar en 8 municipios las afectaciones y por lo tanto, si pueden revisar con efectividad los daños.
Además, las inconformidades que hay en estas colonias y comunidades es que los “Siervos de la Nación” se dice que están recabando visita de afectados a los que están en su relación levantada con anterioridad por los programas federales. Esto hace que muchos digan que como no son morenistas no están en esas listas.
En otro tema, la celeridad de los anuncios y la poca capacidad para distribuir los recursos ahora están sujetos a las presiones de la gente con cierres viales. El que se pone a resolver la infinidad de bloqueos es Mario Llergo, el secretario del Bienestar estatal que está envuelto en verdaderos problemas que le harán bajar sus bonos políticamente hablando.
Y si a esto todavía le sumamos que estos cheques distribuidos solo pueden ser cobrados en Telecom, esto se vuelve un cuello de botella porque solo hay en la capital del estado, dos sucursales, y estas no cuentan con el personal suficiente para atender las 300 fichas que se dan para atención diaria.
Las filas son enormes y los gastos de traslados muchos más y esto hace que crezca la molestia ciudadana. 600 fichas para recibir el pago no significan nada ante los miles de afectados que recibirán estos cheques y se supone si no se resuelve este tema se prevé que pasaran semanas para que le llegue la gente pueda cobrar su ayuda.
Algo habrá que hacer al respecto, pero confiamos que no lo den este servicio a Elektra porque en el pasado le hizo trampa a los afectados. Recuerdo bien que, ante algo similar en el 2007, el gobierno de Andrés Granier, los vales entregados eran para cambiar por enceres y solamente ahí, en esas tiendas, los afectados podrían hacerlo.
Así que imagínese usted los precios que etiquetaban su mercancía y para lo poco que le alcanzaban. Eso fue una sinvergüenzada del dueño de esa empresa en complicidad con el gobierno, de ese entonces. En fin, ojalá que sea bancos de a verdad y normales los que puedan canjear estos cheques.
-REMATE
Desaparece el FONDEM y aparece May. Que incongruencias por este activismo político barato que se vio en estos últimos días debido a la desgracia de miles de tabasqueños. Esto para mala suerte, servirá para que se le revierta al presidente su buena fe de entregar y ayudar a su pueblo lo que merece. Y todo por la prisa para aparecer en la escena pública, dejar todo revuelto e irse a la capital ante tamaño infortunio de gran parte de los tabasqueños.
Una crisis causada por la falta de orden, administración, leyes, reglas y normas para enfrentar este evento.
Definitivo: No le aprenden nada al pasado.