LA AGENDA
Si hubo un anuncio que preocupó a la gente fue el hecho por el gobernador Adán Augusto López Hernández al declarar que ya 30 mil familias cuentan con sus folios para recibir el apoyo del Programa Emergente.
Puntualizó además que los padrones fueron integrados conforme a derecho y en apego a la realidad.
Y sostuvo que su gobierno es respetuoso de la libre manifestación pero que se aplicará la ley a quienes realicen bloqueos que afecten a terceros.
López Hernández confirmó que el fin de semana el presidente López Obrador estará en Chiapas y Tabasco.
Y esto puede tener algunas variables por lo que se puede interpretar. Veamos. Parece ser que las cosas se pueden complicar más por este anuncio por haberse agotado la cantidad de dinero otorgado por el gobierno federal como apoyo para los damnificados de 8 municipios por las inundaciones provocadas por el frente frío 4 y 5 y la apertura de la presa peñitas.
En tal sentido todavía una gran cantidad de reclamantes están todavía a la espera de que se le pueda ampliar estos censos y alcancen su apoyo.
Además, está más que pendiente la obligada revisión y una auditoría de los recursos entregados.
Hay muchas dudas de los trabajos hecho por los llamados Siervos de la Nación y que son funcionarios y empleados de la Super Secretaría del Bienestar.
Si nos ponemos exigentes, no podemos olvidar que el solo hecho de que alguien sea un empleado del gobierno federal y que éste sea emanado de Morena, esto no significa que sean todos honestos y se hayan convertidos milagrosamente, en personas integras.
Por ello la necesidad después de que pase esta crisis, que esta dependencia sea auditada y que sea obligada a revisar aleatoriamente los cientos de casos de inconformidad que hay para saber si el recurso fue entregado a quien verdaderamente lo necesitaba.
Caso contrario, seguramente se hallarán muchas irregularidades que deberán de responsabilizar a los que cayeron en actos de corrupción.
La cuestión es ahora si estarán dispuesto a realizar dicha inspección física para dejar a cientos de tabasqueños satisfechos o no, esto por la opaca claridad del programa emergente y evitar de una vez por todas, los cientos de reclamos que acusan de desorden y favoritismo en que se incurrió.
Hay que entender que el asunto no era sencillo, que era, porque así nació, muy complicado; en este programa mucha gente acostumbrada a reclamar injustificadamente daños que no existían, hoy lo volvieron hacer.
La contingencia del pasado nos volvió a alcanzar y vivimos de nuevo el desorden y el abuso por parte de supuestos afectados.
Hay quienes dicen que, debido a lo anterior, existió una maniobra de la oposición para aprovecharse del disgusto de la gente por la desorganización que hubo en el reparto de los cheques, y esto solo es una salida ante los hechos que superó a las autoridades federales.
Estas expresiones de que todo era causado por opositores del gobierno y que debido a ello se había complicado su tarea, es una excusa no válida por la sencilla razón de que las aguas se salieron de su cauce porque desde un inicio las cosas arrancaron mal.
El solo anuncio de que a todos los afectados se le pagaría, levantó muchas expectativas porque nadie sabía con certeza en ese tiempo, la cantidad de indemnizados que había.
Esto fue lo que realmente sucedió y no los molinos de viento imaginarios que argumentaron.
En fin, todo parece ser que con la próxima visita del presidente López Obrador, según lo anunció el propio gobernador, el tema podría tener visos de solución porque es posible que, ante el reclamo en su propia tierra, que le recordó su compromiso con Tabasco después de la inundación del 2007, esto se pueda ampliar y el apoyo a los verdaderos damnificados por las inundaciones llegue seguramente.
Confiemos en él que así sea y que el gobierno estatal mejore en la próxima distribución de ayuda, sí es que la hay.
El oportunismo fue causa del gran perdedor en esta ocasión… el efecto búmeran salió a relucir