Obrador ha pedido esperar a que las autoridades resuelvan los conflictos electorales en Coahuila e Hidalgo y  ha descartado que los resultados del domingo sean una derrota para Morena. En la mañanera del lunes, subrayó que los registros de Coahuila e Hidalgo son un triunfo para la democracia si la gente participa y hay elecciones limpias y libres, “gane quien gane”.

Y es que el PRI habría ganado en los 16 distritos que había en juego en Coahuila, por lo que tendría control del Congreso local, integrado por 25 legisladores, sólo nueve de mayoría proporcional.

El tricolor también ganó en 21 de los 84 municipios que tuvieron elecciones en Hidalgo, incluyendo ciudades importantes como Pachuca, Tizayuca y Mineral de la Reforma.

El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, ha proclamado que su partido sigue de pie, demostrando que la confianza en el partido gana espacios y “nos mantiene fuertes como partido político”. En clara alusión a los comicios federales del próximo año,  dijo que los priístas “estamos de regreso y vamos a volver a ganar”.

En Tabasco, el dirigente estatal del tricolor, Dagoberto Lara Sedas,  celebró a lo grande.  Al mediodía del lunes ofreció una  rueda de prensa, respaldado por la secretaria general, Katia Ornelas Gil, y la diputada federal Soraya Pérez Munguía, diputados locales  y liderazgos de sectores. Allí dijo que el priismo tabasqueño reconoce el trabajo de equipo del líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas. 

En tanto, el líder del PAN, Pedro Gabriel Hidalgo, señaló que los resultados de las elecciones del domingo demostraron que “la población está decepcionada de Morena”. Dijo que esta percepción está en otras entidades y se seguirá reflejando en las elecciones de junio próximo.

En tanto, a pesar de que el dirigente nacional interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, ha acusado de “fraude” al PRI y se ha negado a acatar los resultados, la pregunta que permea en la opinión pública es ¿por qué Morena no obtuvo mejores resultados en esas entidades?

Una de las muchas respuestas es dada por Carlos Bravo Regidor, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). En una entrevista con el diario El País define los resultados de Coahuila como un reflejo de que el PRI “refrenda su dominio histórico” en la entidad y a su vez una demostración de fuerza para Morena, que duplicó sus votos y se consolidó como la primera fuerza de oposición, desplazando al PAN.

El especialista añade que el morenismo “llegó al día de la elección con una retórica triunfalista sin asidero en las encuestas y que no correspondió, tampoco, con los resultados». En conclusión, dice que es una victoria incontrovertible para el PRI, una mejora con sabor a derrota para Morena y una derrota sin matices para el PAN.

Frente a este escenario, el  presidente Obrador ha preferido no pronunciarse el lunes en su rueda de prensa matutina sobre las acusaciones de su partido: “Lo que celebro es que no hubo violencia, que acudió la gente a votar, muy poca, pero participaron y eso es lo más importante, lo más destacado”.

Lo cierto es que el próximo 4 de junio se celebrarán las elecciones más grandes de la historia de México y en las que Obrador, dice El País, se juega gran parte de su apoyo.

En Tabasco, hay preocupación por los resultados en Coahuila e Hidalgo. Fuentes de Morena aseguran, sin embargo, que aún hay tiempo para hacer un ejercicio de autocrítica a fin de evitar que el resultado de estas entidades se repita en la tierra del presidente, cuando los ciudadanos acudan a renovar el Congreso y las 17 alcaldías.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63