Ahora que estamos viviendo la zozobra, la angustia y la incertidumbre de la gente, no nos queda otra que reflexionar en que se ha fallado para remediar las causas de las inundaciones que ha causado una vez más, las pérdidas de bienes de miles de tabasqueños.


Quizás pueda existir muchas respuestas y tecnicismos al respecto, pero ninguna de estas podrá satisfacer a la gran mayoría de la gente afectada porque el coraje y la decepción están a flor de piel.
Gobiernos van y vienen y Tabasco sigue en las mismas. Desde Vicente Fox, seguido por Felipe Calderón, y por último, Enrique Peña Nieto, ninguno de ellos actuó con responsabilidad para bien de Tabasco.


Lo que no se dice ahora es que, desde entonces, la corrupción nos permeó como nunca cuando los ladrones responsables de la dependencia de la Conagua, utilizaban a empresas favorecidas para hacer “trabajos” especializados en nuestros ríos para proteger a Tabasco, supuestamente.
Todo ello fue siempre, una total mentira. Los proyectos por su nombre y fines eran buenos, pero lo que era cierto, es que todos buscaban beneficios particulares.


En esas épocas todos ellos se enriquecieron con el tema del rescate a Tabasco. Titulares de esa dependencia y socios entraban y salían de esa dependencia, todos ellos con un fin, enriquecerse brutalmente.
Tanto funcionarios como empresarios realizaban los trabajos por consecuencia de ínfima calidad y nadie dijo nada en su momento. Mucho menos se investigó.


Peña Nieto presupuestó para el mismo fin y todo siguió igual, en tanto, en esa época, el gobernador Núñez con total indiferencia conoció los pésimos trabajos que se realizaban y aun sabiendo que los turbios manejos seguían a la orden del día por la falta de calidad de los trabajos a realizar en bordos y contenciones, al señor simplemente no le interesó lo que a su alrededor sucedía.


Tan es así, que los gobiernos estatales en turno, sabiendo de estos multimillonarios proyectos y que eran de gran utilidad para Tabasco, no fueron capaces de mantener vigilancia propia de que las obras se hicieran bien tal como lo establecían los proyectos para obligar a los empresarios realizarlas y cumplirla como se establecían y se pagaban.


Las consecuencias han sido ampliamente conocidas. Nos fuimos al agua en 1999, 2007 y ahora en el fatídico año 2020. En tanto ahora, gran parte de la población de algunos municipios de la entidad, resultaron afectadas por las crecientes provocadas por la apertura de la presa “Peñitas” y las consecuentes lluvias torrenciales caídas en Chiapas y Tabasco.


Pensar que las terribles horas de incertidumbre y temor en la noche y madrugada del domingo y lunes debido a que la barda del malecón que protege la capital pudiera colapsar. Parecía que se repetiría lo pasado en el 2007 en que todo el centro de la capital se fue al agua, eso era algo indescriptible que pasaba en la mente de miles ciudadanos.


La noche del domingo fue el día de mayor preocupación pues cientos de tabasqueños y militares se abocaron a colocar miles de sacos de arenas para sostener la frágil barrera de esa barda construida después del desastre del 2007. Hoy sabemos que al otro lado del río Grijalva, la colonia popular de “Las Gaviotas” ya el río pasó por encima de su barrera y la colonia y zonas aledañas ya están inundadas.


La crisis ante esta desgracia en muchas partes del territorio llegó. El gobierno monitoreaba la situación momento a momento; la gente afectada en algunos puntos recibía el apoyo, pero en otros no. Quizá por esa razón, los llamados por redes sociales pidiendo auxilio a sus autoridades eran interminables y la queja en contra el gobierno, aún más.


La lección volvió a darse, la naturaleza no perdonó niveles sociales y muchos ciudadanos pagaron esa apuesta irresponsable entre gobiernos y empresarios, de construir en vasos reguladores a sabiendas de lo que pasaría.

Ahora vemos como los años pasan y los planes para rescatar a Tabasco siguen todavía pendientes a pesar de los miles de millones que se han usado, y otra vez escuchamos a un mandatario nacional, ahora tabasqueño, decir que ahora sí le llegó la hora a mi tierra anunciando la adquisición de dragas para desazolvar los ríos de Tabasco como parte de un proyecto para evitar que sucedan más desgracias como las de hoy.


Esperemos que así sea y que estos proyectos no sean rapacería de algunos grupos políticos para evitar que la calidad de las obras y las adquisiciones sean de calidad, con tal de llenar sus bolsillos a costa del dolor de la gente.
Creo que ya basta que Tabasco sea utilizado como un botín más de estos rapaces e insensibles dizques tabasqueños. El tamaño de las afectaciones es muy alto y pronto esperamos la respuesta de las autoridades federales y estatales. De la capital, ni caso tiene comentar.

Por Humberto Iduarte

Datos del autor de La Agenda en Red. Comunicador desde siempre. En 1967 contribuyó con la creación del “Fuste Universitario” y de la revista “Cultura”. Colaboración en 1989 en el diario Tabasco Hoy con la columna Opinión. Conductor del programa de televisión en Canal 10 de La Agenda en 2009 y hasta 2012. Excolaborador del diario Rumbo Nuevo con la columna política La Agenda. En redes sociales está en Facebook, YouTube y Twitter como 'La Agenda en Red' y ahora colabora en el diario Ahora Tabasco y en el Blog cartaabierta.mx.