El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados federal urgió al gobierno de Obrador a destinar recursos suficientes para salvaguardar la vida y los bienes de las personas afectadas por las lluvias e inundaciones en los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Quintana Roo.
Y es que el tricolor insiste en que la extinción del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) fue «una irresponsabilidad». Por eso pide que el gobierno federal reparare la infraestructura carretera, de telecomunicaciones y salud pública en Tabasco y el resto de las entidades afectadas.
El dirigente estatal del PRI, Dagoberto Lara, ha estado de acuerdo con la posición de su bancada, en la busca de poner en marcha un programa de asistencia a quienes perdieron familiares y patrimonio.
Dagoberto dice que la población no debe tener la incertidumbre de la falta de apoyo gubernamental. Y es cierto, la recuperación del patrimonio debe ser una de las prioridades.
El decreto presidencial para extinguir el Fonden establece que, a partir del 1 de enero de 2021, el gobierno federal debe transferir recursos a través de sus diversas secretarías de Estado para apoyar a la población damnificada. Sin embargo, por ahora no existen reglas de operación claras en el uso de esos recursos públicos, como sí las había en el Fonden.
En su reciente visita a Tabasco, López Obrador se mantuvo firme en la idea de que el presupuesto centralizado será suficiente para atender la catástrofe derivada de lluvias, ríos desbordados y manejo de presas: «Con presupuesto federal se va a apoyar».
Por ahora no se pueden ampliar participaciones federales pues se requerirían cambios a la Ley «y hay gobernadores que están pidiendo eso», señaló para explicar que no puede abrir ese camino para el gobierno de Adán Augusto sin generar la expectativa en los gobernadores de la Alianza Federalista.
Insiste en que los recursos económicos para los damnificados son suficientes y reiteró que es presupuesto bajo control federal. El mandatario dice que hay disponibilidad de recursos luego de haberse aprobado el presupuesto 2021, por lo que se está en condiciones de financiar un plan integral en beneficio de los afectados.
Por ahora no se ha definido la cantidad que se destinará al plan integral porque aún no se tienen los proyectos para que la planicie de Tabasco no se vuelva a inundar. Obrador dice que hay finanzas sanas y se destinará «lo que sea necesario y bien administrado».
Las razones del presidente son «porque antes se lo robaban comprando muebles, enseres, colchonetas, despensas a precios elevadísimos. El Fonden era un fondo de corrupción y ahora es distinto».
Más allá de las diferencias entre el gobierno y la oposición en cuanto al Fonden, lo cierto es que los damnificados necesitan ayuda inmediata. Porque no se trata sólo de enseres domésticos y otros bienes en las zonas urbanas y rurales. Están también las afectaciones agrícolas y ganaderas.
A esta ayuda directa tendrán que sumarse los proyectos de obras estructurales como dragado y bordos, reparación de caminos, desarrollo urbano, introducción de agua, drenaje y vivienda.
Algo es cierto: los apoyos se entregarán por medio de censos transparentes y directos. A diferencia del pasado, ahora esas ayudas se darán sin líderes ni organizaciones; sin ningún intermediario que dé lugar a la corrupción.
Es, como se aprecia, una tarea titánica la que se avecina en esta nueva reconstrucción de Tabasco.