COLUMNA: PARA USTED

No se entiende, ¿cuál es el dolor? A todos los ex Presidentes de México les ha tocado la crítica en igual o mayor medida de la que se le hace al actual Ejecutivo Federal.
Hay empresas que se dedican al análisis de todo lo que se dice en las mañaneras y resulta que hay un gran porcentaje de mentiras, aunque también es el lugar de la denostación para todo aquel que no coincida con la visión maniquea del Presidente tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador.


Su lucha contra la corrupción se ahoga en la sola adjudicación directa de la obra pública (más del 75%), entre lo que sobresale la creación de una empresa que, a los cinco días de haberse fundado, se le adjudicó una obra de cinco mil millones de pesos en la refinería de Dos Bocas, en el municipio de Paraíso.


El daño económico que se le hizo al país, cancelando el aeropuerto de la ciudad de México, rebasa los cien mil millones de pesos en pagos que sólo se justifican desde una visión maniquea del desarrollo; la inviabilidad de la refinería es un hecho justificado tanto por instituciones técnicas serias como el propio Instituto Mexicano de Petróleo (IMP), como por las empresas propietarias de otras refinerías asentadas en el país del norte; muchas de estas en proceso de venta ante el futuro incierto del petróleo como combustible para las siguientes décadas, cuya tendencia es el uso de energías limpias, que también están quitándolas del horizonte de desarrollo cada vez más incierto que se observa para el país.


El desmantelamiento de las instituciones al amparo de una visión obtusa de ver el proceso de crecimiento de México, en donde pretenden destruir todo para propiciar “un nuevo amanecer”.


Las medidas económicas que se han tomado hasta ahora, han redundado únicamente en problemas internos de liquidez para la gran mayoría de los mexicanos y descapitalización para el gobierno en general, como consecuencia de la orientación del recurso público: jamás, en ningún país, se ha creado riqueza regalando dinero.


Los países han crecido invirtiendo productivamente el recurso público, orientándolo para propiciar la llegada de inversiones de la Iniciativa Privada, nacional o extranjera, para generar los empleos que tanto se necesitan y que cada vez más jóvenes demandan.


En el concierto internacional, el PIB (Producto Interno Bruto), es la referencia económica de cada país para conocer su comportamiento económico, que también permite conocer la creación de empleos, la producción, la viabilidad de sus estrategias de crecimiento, etcétera.


Pero como no es conveniente que se conozca porque desde la llegada de la actual administración se dejó de crecer, pues no tarda en aparecer el referente sustituto, como si tratando de enmascararlo van a poder ocultar el comportamiento del país, en el contexto internacional, Hugo Chávez, también lo hizo en Venezuela y ahí están las consecuencias.


Mientras el precio internacional del crudo se mantuvo alto, más de 80 dólares el barril, Chávez pudo financiar todas sus locuras, entre las que sobresale, su estrategia de crecimiento integral. Es más, en Venezuela, Hugo Chávez regalaba estufas, televisores, camas, y todo lo que requería la clientela electoral hasta que el precio del petróleo cayó y con él, el encanto del proceso socializante de ese país.


A Maduro le tocó el tobogán cuando él iba ya en la mitad de la caída libre (resbalándose), ni modo de decir que se va a regresar, aunque tampoco se le ve el interés, porque perdería su condición de Presidente dictatorial.


Vender, o al menos tratar de vender (Porque no lo han logrado en su totalidad), la infraestructura aeronáutica del Gobierno de la República, al amparo de la propuesta de un gobierno sin lujos, es evidenciar o aparentar no conocer para qué se utiliza un avión, un helicóptero o un hangar gubernamental. También lo hizo Hugo Chávez en Venezuela.


Desprenderse de su persona, al amparo del compromiso adquirido como Presidente de México y como tal, ya no es dueño de sí mismo, porque él le pertenece al pueblo, es un comentario tan irracional como temerario, pero afortunadamente aún hay quienes le creen. Eso, eso también lo dijo Hugo Chávez en Venezuela.


Adoctrinar o pretender adoctrinar a la ciudadanía, con una Constitución Moral (cartilla moral), que debe regir el comportamiento del ciudadano ejemplar, ése que debe ser el nuevo ciudadano mexicano, es un proyecto inviable en la idiosincrasia del mexicano, pero también lo hizo Hugo Chávez en Venezuela.


Otros, entre tantos otros legados chavistas que se están poniendo en práctica en México, o al menos eso pretende el Presidente, es no comer más alimento que la dieta llenadora y alimentadora conformada por maíz, arroz, frijol y tortillas, sin descuidar el uso del par de zapatos, que deberán desecharse hasta que saquen la lengua.


Ambos hechos, que son una realidad en Venezuela, al menos los zapatos, porque la comida no llega a más del 40% de estos ciudadanos, los otros venezolanos que comen bien, son los que están diseminados en varios países, incluyendo México, en donde tienen hasta “colonias de venezolanos”.


Los demás, los de abajo, los que le hicieron caso a Chávez y votaron por él, siguen viviendo en su país, porque no tienen para salir de él, a pesar de estar “nadando” sobre una de las tres o cuatro reservas petroleras más grandes del globo terráqueo.


Eso es lo preocupante, lo que están haciendo con México desde que inició labores la actual administración, pero, sobre todo, la visión del desarrollo que tienen previsto instaurar (aunque ya lo están haciendo) aquí.

En La Línea de Fuego: Volviendo a nuestra realidad, en este año tendremos alrededor de 11 millones de personas que perdieron su empleo, sin contar con los jóvenes que estarán en condiciones de edad y físicas, para demandar su espacio de trabajo y no encontraránCuando nos tocó la influenza, el gobierno implementó un programa temporal tripartita, de apoyo a las empresas y a los trabajadores para que éstos no fueran despedidos: el patrón aportó el 30% del salario del trabajador; el gobierno federal aportó el 40% y el trabajador el 30% restanteEs decir, el trabajador dejó de ganar el 30% de su salario, pero no perdió su trabajo y se logró solventar parcialmente, el problema laboral derivado de dicha pandemia. El Presidente era Felipe Calderón Hinojosa*Lo anterior, sin dejar de reconocer los esfuerzos serios y a tiempo, del Sector Salud, que a diferencia de la situación que se vive en la actualidad, en su momento contó, como todo frente de ataque y defensa, de todas las herramientas necesarias para guarecerse y atacar al enemigoEl titular de la Secretaría de Salud de México, era el Dr. Julio Frenk Mora, actual Presidente de la Universidad de Miami y creador del Seguro Popular, programa multipremiado a nivel internacional.

En La Línea de GolpeoLo palpable en la actualidad, sacado de la vox populi, es que estábamos mejor cuando estábamos peor. Ahora que todo está mejor, controlada la pandemia y debidamente irrigado el estado natal del Presidente de la República, estamos peor ¿Por qué será?Podemos seguir mencionando una barbaridad tras otra y no acabaríamos. El problema es cómo hacer entender a muchos ciudadanos que estamos mal y que este gobierno nos está encaminando hacia el despeñadero (retomando el calificativo que el actual Presidente adjudicó al gobierno de Peña)Que a lo largo del próximo año ya no habrá dinero para seguir pagando tanto despilfarro del MALESTAR y que la iniciativa privada, esa que tanto odia AMLO pero que tan necesaria es para México, en la generación de empleos y en mantener el crecimiento, aunque sea al mínimo, ya no ha seguido con los niveles de inversión que venía registrando, ante la cada vez mayor inseguridad de las inversiones (cervecera, energías limpias, inversiones en Pemex, etc.)Entonces ¿De qué se trata pues? Se trata de lo más simple, o aprovechamos las elecciones para cambiar o esperamos paciente y resignadamente que el futuro nos alcance.

Los MalososConste que lo estamos diciendo a tiempo, haciendo eco de miles de voces que están haciendo lo propio para que despierten aquellos que aún veneran al mesías que vino con el cuento de la Cuarta Transformación (4T), y solo se alcanza a ver una transformación de cuarta, con una clase política sin claseA propósito de la clase política, ya abordaremos con singular precisión, la gloriosa llegada del feliz año nuevo; perdón, perdón, me imagino que la proximidad del 31 de diciembre y las ganas de dejar este desastroso año, propició el errorEs la gloriosa llegada del feliz Secretario de Gobierno, José Antonio de la Vega Asmitia. Sí, ese que debería ser interlocutor con todas las expresiones políticas del estadobuen inicio de semana**hasta mañana Dios mediante.

Por Mario Gómez y González

El autor de PARA USTED es analista, columnista político, corresponsal nacional y reportero local, con más de 30 años de trayectoria periodística en varios medios impresos de gran trascendencia e influencia en Tabasco. Egresado de la UNAM en la carrera de Ciencias de la Comunicación; lector y publirrelacionista nato.