COLUMNA: LA AGENDA EN RED

Ayer se cumplieron dos años, en que la gran mayoría de los mexicanos celebrábamos en la plaza mayor la llegada al poder de un mexicano que barrió como nadie en un proceso electoral con más de 30 millones de sufragios a su favor. Muchos que lo hicimos, festejamos ese día por la histórica jornada que lo llevó a estar en la presidencia de la república en una autentica lid democrática.

Fue una fecha memorable porque rompió paradigmas y prototipos instaurados por los sexenios anteriores. Fue un día de mucho festejo, de fiesta, de muchísima esperanza y especialmente de expectativas.

Con su llegada, muchos esperábamos que todo comenzase a mejorar significativamente, en todos los rubros, pero especialmente para los pobres. Primero los pobres era su lema. Un lema que sacudió el alma de millones de seres descuidados, abandonados a su suerte y que, a partir de su gobierno, no los traicionó.

No hay que pasar por alto que México traía un pesado lastre a sus espaldas. Recibía Andrés Manuel López Obrador un enorme país lleno de injusticia, de iniquidad, de vergüenza, de arbitrariedad y de infamia. De culpas y de cinismo. 

Los compromisos eran claros, pero a la vez, complicados. No existía tiempo que perder y por ello las jornadas de los presidentes del pasado eran de 8 horas, estas se convertían en 16 o 20 horas de trabajo diariamente. Ese era el imperativo para comenzar a transformar al país con graves problemas. 

La descomposición, desintegración, corrupción, desorden, deterioro y sumido en una inmensa deuda, fue lo hallado desde los primeros días por el presidente López Obrador. Muchos sabían de este daño en que estaba el país sumido, pero los analistas no sabían, ni oían ni mucho menos opinaban de sus condiciones. 

Los programas y acciones fueron trazados y comenzaría con ello la reconstrucción de México. Una reconstrucción complicada por el lastre pesado de la corrupción que aún sigue en la dermis de aquellos que no han podido arrancarla de tajo porque son sujetos perversos que han traicionado permanentemente a esta noble nación.  

A Dos años de todo esto, el año del 2020 que era parte del proyecto para sanear a las instituciones y a la propia sociedad nos llegó la mortal epidemia y con ello, cientos de miles de infectados y miles de fallecimientos. Con ello llegó lo que hoy vemos, graves consecuencias en su economía y una sociedad desorientada y dudosa.

La evaluación de este año que finaliza es muy complicada, al igual que lo que ha sucedido en nuestro país, en todo el mundo ha sido similar; el daño ha llegado hasta en las economías del primer mundo. Nada es diferente, a pesar de que aquí, los opositores parecieran tratar de venderla como si México viviera en otro espacio. 

Recuerdo cuando López Obrador dijo que teníamos «el mejor gobierno en el peor momento» y tiene razón. Los números económicos son aceptables, la recaudación fiscal aumenta y hasta los ingresos por divisas son alentadores.

El gobierno actual nada tiene que hacer para compararse con los del pasado, ahora hay mayor transparencia al ver cómo se ha reaccionado ante estas crisis.

Hay que reconocer como la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, el trabajo de los directivos del IMSS, y especialmente el incansable trabajo del personal de salud han mitigado la crisis de la salud nacional. 

El mejor legado que el presidente puede dejarnos es un sistema de salud mejor equipado y preparado para atender las futuras pandemias y mejorar la salud de la población mexicana.

A pesar de lo recurrente que la oposición ha estado desde el primer día del gobierno en criticas constantes, la alta popularidad la sigue teniendo el presidente.

El presidente debe, eso sí, después de estos dos años de ejercicio, de evaluar a sus principales funcionarios y hacer las correcciones necesarias para salir adelante por todo lo que implicó este año. El conoce bien quienes están sirviendo a México, y quienes se están sirviendo de él. 

Por Humberto Iduarte

Datos del autor de La Agenda en Red. Comunicador desde siempre. En 1967 contribuyó con la creación del “Fuste Universitario” y de la revista “Cultura”. Colaboración en 1989 en el diario Tabasco Hoy con la columna Opinión. Conductor del programa de televisión en Canal 10 de La Agenda en 2009 y hasta 2012. Excolaborador del diario Rumbo Nuevo con la columna política La Agenda. En redes sociales está en Facebook, YouTube y Twitter como 'La Agenda en Red' y ahora colabora en el diario Ahora Tabasco y en el Blog cartaabierta.mx.