VECTOR X
La Secretaría de Bienestar habla un idioma diferente al del sector salud. Su titular, Javier May, se esmera en desafiar los protocolos de seguridad para prevenir el Covid-19. O poco le importa el reguero de muertos o no aprende a trabajar como gobierno.
Mientras Hugo López Gatell llama a los ciudadanos a quedarse en casa ante el impresionante repunte en los contagios del virus y el gobernador de Tabasco Adán Augusto López dispone nuevas medidas para contener la pandemia, May opera con los pies el pago de afectaciones ocasionadas por el desfogue de la presa Peñitas y las lluvias torrenciales de octubre y noviembre.
Ayer, miles de tabasqueños salieron de sus casas para cobrar el apoyo ofrecido por el gobierno federal a través de Bienestar. Si bien el censo se levantó de mejor manera que el anterior, el procedimiento para pagar el recurso es un desastre.
En los centros de pago no se cumple con protocolo sanitario alguno. La gente se organiza sola y se acomoda a como la razón les alcanza.
Salud manda quedarse en casa y May, por su parte, abre la puerta de la irracionalidad para que los tabasqueños asistan a los centros de pago. Un tumulto, el virus de fiesta, una contradicción oficial de aprendices indiferentes ante la letalidad del Covid.
Por menos de esto, a varios empresarios les clausuraron sus negocios. Pero en Tabasco nadie se atreverá a dar machetazo a caballo de espadas para detener el desgarriate.
También es un asunto de conciencia ciudadana y prudencia, aunque visto está que puede más la necesidad de recibir diez mil pesos que la sensatez.
Habiendo métodos digitales para pagar afectaciones, Bienestar juega con la desgracia y la ignorancia de la gente. Dice el buen libro “el hombre cuerdo para todo es precavido”.
En fin.
La Morralla
Se canceló la feria Tabasco 2021 para, dicen, evitar más enfermos por Covid. Con el desorden en el pago de afectaciones basta y sobra para saturar hospitales. Da risa *** Fernando Mayans, director del ISSET, se gana a pulso el repudio de los trabajadores. Descontar el ISR del aguinaldo es una enorme ingratitud. ¿También rasuró a sus amigas?