CARTA ABIERTA

El fracaso de la alianza PRI-PRD-PAN en Tabasco, que iba destinada a derrotar a Morena en las próximas elecciones, es una muy mala señal para el partido del Sol Azteca. Por el contrario, parece ser la mejor noticia para el tricolor y para el partido en el poder.

En principio, resulta sospechosa la postura intransigente asumida por el dirigente estatal del PRD, Javier Cabrera Sandoval. Siguiendo órdenes del senador Juan Manuel Fócil, desde un principio quiso imponer condiciones al PRI y ahí están las consecuencias. Hay quienes piensan que, como ‘buen’ negociador que es, Fócil puso todos los obstáculos para tronar la alianza, aún sabiendo que el partido se irá a las cloacas de la historia una vez que se confirmen los desastrosos resultados electorales de julio.

En opinión del exdirigente estatal del PRI, Félix Sarracino Acuña, para su partido es lo mejor que pudo haberles pasado. Dice que haber ido en coalición con el PRD les habría significado un pesado lastre y el gran peligro de caer con este al precipicio electoral.

Lastre, por la carga política que el PRD carga sobre sus hombros tras la nefasta herencia del gobierno de Arturo Núñez. De haber ido juntos, el PRI habría tenido que ingeniárselas para convencer al electorado de no validar esa caótica gestión perredista.

Peligro, por el hecho de tener al enemigo en casa. La extraña actitud provocativa y retadora del PRD en la repartición de las candidaturas lo convirtió en un aliado no fiable. 

En las negociaciones, el dirigente Javier Cabrera Sandoval quiso agandallarse varios espacios electorales donde el PRI tenía mayores posibilidades de ganar, como los casos de Cárdenas y Huimanguillo. Haber ido con el PRD, agrega Félix Sarracino, le habría significado al PRI tener un factor de riesgo consistente en socavar la alianza desde sus entrañas.

El truene de la alianza es también una buena noticia para Morena. Si bien el voto de la izquierda va a diluirse, Morena fortalece su posición como favorito para ganar los comicios donde se renovará el Congreso y las diecisiete presidencias municipales. 

Morena tampoco tuvo éxito en coaligarse con el PVEM y el PT, pero eso poco importa porque estos dos últimos partidos representan nada en el espectro electoral estatal, en un caso similar al que vive Acción Nacional en Tabasco.

En este entendido, todos los partidos con registro enfrentarán las votaciones por separado y en este escenario Morena fortalece sus bonos, el PRI los mantiene con buenas expectativas y el PRD, en definitiva, entierra las expectativas de sus pocos y desilusionados simpatizantes.

La única opción que les queda es ir con candidatos comunes en un plazo de registro ante el IEPCT que termina a mediados de abril. Aunque no se descarta que los partidos acuerden, el trago amargo de la fracasada alianza PRI-PRD-PAN deja pocas posibilidades para el 25 por ciento de los cargos de elección disponibles en este esquema común.  

El menos afectado en esto de las alianzas ha sido Movimiento Ciudadano, MC, instituto político que desde hace varios meses anunció su decisión de ir solo. Los analistas empiezan a valorar a este partido con la expectativa de dar una buena sorpresa con la presentación de  candidatos atractivos al electorado.

Por lo pronto, parece que la suerte está echada para la sepultura electoral de un PRD ambiguo, sin personalidad, dividido, extraviado… y proclive a acuerdos no del todo claros.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63