FRANJA SUR
“Allá en mi querido Teapa, nació en un día del mes de marzo del año de 1881 un niño que al andar de los años llegó a ser un periodista y escritor revolucionario muy distinguido y discutido… ¡¡Qué periodista amigo mío!! Actuó en la política nacional llegando a ser hasta un magnífico prospecto para el sureste mexicano, pero nada más…
“Fue diputado constituyente, político fino… diplomático distinguido; y un escritor valiente y veraz…
“Tú lo conociste Montaño; puesto que fue tu maestro, fue además fundador y director de algunos de los más importantes diarios capitalinos: El Universal, El Día, El Globo. Fundó y dirigió a la vez la revista Todo…
“En su brillante carrera diplomática recibió condecoraciones: de Inglaterra, Comendador de la Orden del Imperio Británico; de Bélgica la de Comendador de Leopoldo II; del Japón la de Comendador de La Orden del Sol Naciente; de China la de Gran Cruz de la espiga de Oro; Caballero de la Legión de Honor de la Francia Inmortal (…)”
Lo que usted leyó líneas arriba son fragmentos de la carta que envió Armando Palavicini a su amigo Montaño, director del periódico Horizonte, en el siglo pasado, tras la invitación que le hizo la directiva del medio a Palavicini para escribir en sus páginas.
Se negó aludiendo que él no era periodista, pero logró construir un magnífico escrito en su misiva que, habla de la trayectoria de su tío Félix Fulgencio Palavicini Loria, y expone que en su tierra, Tabasco, no se le ha dado el reconocimiento que merece a pesar de su brillante trayectoria.
En el comentario que hace Montaño, por cierto alumno de Félix Fulgencio en la escuela de periodismo, refiere respecto a la carta de Armando Palavicini:
“(…) Pero vayamos a su carta, de ella se desprende una protesta vehemente, justa y apasionada por el olvido injusto en que se tiene la memoria de un esclarecido hijo de Tabasco. Armando no llega a nombrarlo en su carta, pero tampoco hace falta. Cualquier mexicano medianamente ilustrado comprende enseguida que se refiere al ilustre ingeniero y docto maestro, don Félix Fulgencio Palavicini”.
También en alusión a la carta de su amigo Armando Palavicini, el director Montaño aprovecha para citar la frase que les repetía en su cátedra el maestro Fulgencio Palavicini a sus alumnos:
“Tengan presente en todos los actos de su vida que el periodismo digno de ese nombre, el periodismo que nuestra Patria necesita es y debe ser fundamentalmente, Magisterio, Apostolado y Vocación”.
Y Montaño remata su comentario sobre la carta que le envió el sobrino de Fulgencio Palavicini, con estas líneas:
“Bueno Armando. Muchas gracias por tu carta que, como habrás visto, fue un excelente motivo para enhebrar algunos pensamientos de gratitud a la memoria de mi inolvidable Maestro, el señor ingeniero Félix F. Palavicini, quien según tengo entendido, fue tío tuyo. Convengo, contigo en que ese “puentecito de rieles” (en Teapa), y la Escuela Secundaria del Puerto de Frontera que honra el nombre de tu ilustre pariente, son en realidad poca cosa para honrar a un hombre de tanta valía.
“A cambio tu convendrás conmigo en que la figura de tu tío todavía flota en la órbita de las pasiones en que todavía viven quienes lo criticaron y quienes lo envidiaron lo mismo quienes lo admiramos y lo respetamos. Por eso pienso que es temprano todavía para que la historia emita un fallo definitivo sobre su vida y su obra”.
Hasta aquí parte de la amplia carta que envió Armando Palavicini a su amigo Montaño, quien publicó el contenido completo de la misiva con los comentarios del director del periódico Horizonte. Obviamente por falta de espacio, intentamos poner en práctica lo que en periodismo se llama “capacidad de síntesis”.
El amigo José Luis Fojaco, nieto de don Armando Palavicini, tuvo la gentiliza de compartirme la histórica carta de su abuelo, y hoy les comparto esta reseña porque me pareció que sería un gesto indebido no convidarla con mis lectores, sobre todo con los que les gusta conocer a los hombres que forjaron esta patria nuestra.
Ahí se las dejo…