CARTA ABIERTA
La revocación del Tribunal Electoral de Tabasco a la sanción que el IEPC había puesto a Evaristo Hernández por violencia política de género, por queja de la diputada perredista Dolores Gutiérrez, deja un precedente importante en favor del respeto a los derechos ciudadanos y a la libertad de expresión.
Los tres magistrados del órgano electoral local juzgaron el caso desde una perspectiva de género imparcial y utilizaron la jurisprudencia vigente para emitir su dictamen.
A juzgar por los hechos, los magistrados Yolidabey Alvarado de la Cruz, Rigoberto Riley Mata Villanueva y Margarita Concepción Espinosa Armengol actuaron de forma independiente, sin recibir línea o consigna por parte del Gobierno del estado, aunque algunos líderes partidistas de oposición opinen lo contrario.
¿Y por qué la señorita Gutiérrez acusó al alcalde de Centro? Pues por decirle que “hablaba de asuntos que no sabe” y por estar “amargada”. Es decir, esta nimiedad puso al descubierto un interés político por dañar la imagen del alcalde, cuando es bien sabido que la diputada se ha referido en peores términos a sus adversarios políticos.
En términos generales, el dictamen deja un precedente positivo en relación a la violencia política que se comete en contra de cualquier persona, sea este un hombre o una mujer. Es un mensaje de sensatez a quienes piensan que sólo existe la violencia contra las mujeres, lo que es en sí mismo un acto de discriminación contra los hombres al valorarlos de antemano como culpables per se.
El TET ha cerrado la vía libre a quienes suponen que la violencia de género sólo se registra en contra de la mujer y en esta se contempla, por supuesto, el plano político-electoral.
La responsable actuación de los magistrados del TET no impide que Lola Gutiérez impugne y que incluso pueda llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Después de todo, ese es el objetivo de la política mimada del exgobernador Arturo Núñez: sacar renta política de este enredo para no perder los reflectores tras fracasar en su intento de alcanzar una candidatura en este año.
Así termina este asunto banal luego de que Evaristo usara esos dos términos en su derecho de réplica ante las críticas vertidas por doña Lola en contra de un proyecto del Gobierno municipal. Después de todo, dicho sea de paso, la diputada no hizo sino probar una sopa de su propio chocolate.
: PRD, A TRIBUNALES
El dirigente estatal del PRD, Javier Cabrera, está entrampado en sus torpezas y a punto de llevar a su partido a una disputa judicial.
Resulta que ha hecho todo lo posible para que Roberto Romero de Valle renuncie a su registro como candidato a la alcaldía de Centro, algo que este no contempla hacer.
Ante esta postura de Romero, Javier Cabrera se alista a inscribir al activista político Alcides Mena, ex del PRI; sólo que de hacerlo violaría los estatutos y la ley electoral por estar fuera de los términos legales.
El 13 de febrero es la fecha límite para que el PRD inscriba a su candidato a la alcaldía de Centro y el único registrado es Roberto Romero, pieza clave del equipo político de Gerardo Gaudiano, quien el lunes pasado renunció a las filas de este partido.
Por otro lado, es obvio que Javier Cabrera sigue poniendo a candidatos perdedores en todas las candidaturas a alcaldías y diputaciones, con el visto bueno del senador Juan Manuel Fócil. Hasta ahora, el dirigente nacional Jesús Zambrano se ha hecho de la vista gorda ante todo el negociazo que esta dupla realiza con la franquicia perredista. Y pensar que de esto mismo culparon al exlíder de Nueva Izquierda, Agustín Silva Vidal, expulsado del partido a finales de 2020.
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