GUAYABERA POLÍTICA
Usted seguramente, amable lector, es uno entre millones de mexicanos que piensa que la conducción del país va por buen camino, aunque también que por bueno que sea, México no será el que Lewis Carroll, nos contó en “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”.
Fallas ha habido y habrá, errar es de humanos y todo comienzo es difícil, más cuando de instaurar un nuevo régimen se trata.
Pero ahí va, con jaloneos pero ahí va el país, con un gobierno que según vemos elimina lo inservible, corrige lo posible y crea lo que hace falta. Se acude, como se ha dicho ya en otra ocasión, al sepelio de un régimen injusto, de abusos y privilegios, que hizo de la Constitución un documento casi nulo, un ejemplo lo referente a la educación, la seguridad social, la de los trabajadores, y el dominio de los recursos naturales (petróleo, electricidad, bosques y minería).
Uno de los pivotes para que el cambio avance sin mayores problemas, lo constituye la acción legislativa registrada en el Congreso de la Unión y en los de entidades con mayorías militantes en el partido del Presidente, este año se renovará la cámara de diputados federales y varias estatales, además de 15 gubernaturas y centenas de ayuntamientos.
Es tiempo, pues, de hablar sobre quiénes podrían tomar las riendas para continuar el cambio y concluir el sexenio con bases sólidas para construir ese nuevo México y para que el cambio al final del mandato no radique como en otros tiempos sólo en los números de pobres y ricos.
El reto de los ‘morenos’ es grande y su partido a estas alturas debía de tener muy definidas las listas de quienes aspiren a contraer esa responsabilidad, no aquellos que carezcan de reputación aceptable, experiencia, confianza y respeto ciudadanos.
Si los perfiles resultan los idóneos nadie dudará que alcanzarán el triunfo y llegarán a legislar con una sabiduría acorde con la nueva ruta.
Se vivía con mayor o menor daño para la sociedad en una sucesión interminable de crisis e ineficiencias, de simulación y engaño.
El reto ahora sería haber aprendido de ellas y “sacarle partido” a los errores cometidos durante estos dos años de gobierno, que los ha habido, por supuesto, se trataría de no cometer los mismos y tomar el timón de la nave con manos más firmes.
De lo contrario no se podrá hablar de capacidad renovadora, mucho menos de perspectiva social, ya no digamos que revolucionaria y transformadora.
¿Habrán aprendido los ‘morenos’ de aquellas crisis y de los errores recientes?
Es una pregunta que es necesario plantear pero sobre todo responder quién o quiénes de cuantos desean convertirse en legisladores, federales o locales, o en presidentes municipales, han venido preocupándose real y comprometidamente de lo que está ocurriendo en México desde hace cuando menos cinco o seis años atrás.
¿Les habrá servido de algo desempeñar un alto cargo, protagonizar, criticar otros momentos de profundización de nuestros problemas y angustias?
Es otra pregunta que es preciso tener presente, así como encontrar honestamente la respuesta.
Pudiera ser, como ocurre, que los sucesos y las lecciones no hayan sido asimilados por todos de manera igual, algunos ignorantes sólo divulgan pintorescas y cotorras conclusiones de manera interesada, y hasta ahí.
Unos creen que errores garrafales son inestimables fallas; otros que inocultables giros de 180◦, signifiquen apenas pequeñísimos ajustes.
Y no es de extrañarse. Muchos políticos, entre ellos aspirantes a legisladores o alcaldes, habrán alquilado ya su conciencia para apoyar lo que sea con tal de seguir firmes en la nómina.
No opinarán, no propondrán, no corregirán y todo seguirá igual.
Lo que hace falta no se hace: ¡Amar a México!
Ojalá se hiciera cada día en estos tiempos y en los venideros.
El mundo cambia y con él las sociedades que lo habitan, pero en la medida en que la voraz globalización avanza y desaparecen las fronteras en beneficio de los poderosos, deberíase de aumentar el amor a la patria y establecer las mejores estrategias para defenderla con determinación en esta hora en que cambia su ropaje viejo por nuevo.
Robustecerla, en una palabra, para hacerla menos vulnerable y contribuir con su prosperidad.
Hay que procurar que con la renovación de congresos y alcaldías en junio, los beneficiados no sean quienes le hicieron daño a México y a los mexicanos, pero también que los partidos echen mano de sus mejores hombres y mujeres, no cualquiera, más obligado MORENA que está en el poder y lleva la batuta en este apasionante y esperanzador cambio de régimen. .
ALFORZAS / RASGADURAS
Envío un saludo afectuoso y mis mejores votos por su bienestar, al doctor Benjamín Wong Ortiz, ilustre oftalmólogo que me permitió ver de nuevo como Dios manda, al cumplir ayer un año más de vida rodeado de su honorable familia y numerosos amigos. Dios le bendiga.