CARTA ABIERTA
Lo que son las cosas: Gerardo Gaudiano ha reivindicado su nombre y su honor ante los micrófonos de uno de los medios informativos que más le ha criticado en los últimos años: la XEVT de los hermanos Sibilla Oropesa.
Esa limpia de su imagen se ha hecho sin confrontar a sus acusadores, sin abrir nuevos frentes de batalla. Por el contrario, lo ha hecho sobre la fuerza de la palabra y, de paso, dando una lección de civilidad política a un provocador como el dirigente del PRD, Javier Cabrera, quien quiso jalarlo al estercolero de la intriga y las falsedades.
En la entrevista con Emmanuel Sibilla, Gaudiano dio muestras de saber cómo enfrentarse a los enemigos políticos que buscan, con enfermiza ansiedad, desaparecerlo, borrarlo, del escenario político de Tabasco.
Con propiedad y mucha sangre fría, ha mostrado su disposición a no dejarse intimidar por las amenazas veladas y directas de quienes lo ven, con nerviosismo y miedo, como un serio contrincante político, un adversario al que no se le ha comprobado ningún delito; muy a pesar de lo que dicen esos opinólogos oportunistas que antes se beneficiaron de la «mafia del poder» y que ahora se han puesto una piel de oveja con las siglas de Morena.
Esta reivindicación de Gaudiano es oro molido para Movimiento Ciudadano, MC, partido que ha confiado en su capacidad política, entendiendo que, a pesar de su juventud, es un peso pesado de la política tabasqueña. El partido de Dante Delgado Ranauro apuesta a Gaudiano para tener una fuerte representación en el próximo Congreso federal y muy posiblemente en las elecciones de 2024.
En esta limpia de su imagen, necesaria ante los embates mediáticos, han desempeñado un importante papel dos barones del partido: el representante regional en la zona centro del país, Pedro Jiménez León y el dirigente estatal Juan Alonso Huerta. Ambos han visto en Gerardo el potencial de un fuerte capital político y por eso organizaron su entrevista, en la Ciudad de México, con el líder nacional de MC, Clemente Castañeda.
MC ha optado por una estrategia de no confrontación con el resto de las fuerzas políticas, entendiendo que los ciudadanos están hartos de tanta demagogia verborreica que en nada abona a defender sus intereses. Pero que no haya confusión, en MC hay civilidad, no tibieza ni fragilidad en su postura ideológica y de operatividad.
Gaudiano se ha reinventado en MC tras sufrir dos fuertes reveses. El primero, al sentirse traicionado por el exgobernador Arturo Núñez en las elecciones de 2018 y, dos, tras sufrir la ingratitud y la mezquindad de un Juan Manuel Fócil que se ha apropiado otra vez del PRD; sí como el más consumado de los caciques pueblerinos.
El excandidato a la gubernatura ha echado abajo las más diversas imputaciones. También ha dado muestras de que ni es tan bisoño, ni tan frágil como algunos pensaban (al no verlo aparecer de manera tan protagónica en el último año).
Por lo demás, es doblemente significativo que esta reivindicación ante los ciudadanos lo haya hecho en la XEVT, uno de los medios que más le ha señalado de forma reiterada.
El virtual candidato plurinominal a diputado federal parece haber marcado un antes y un después, una vuelta de página donde será muy difícil que se le vuelva a colocar como otra víctima para organizar una especie de circo romano, donde la muchedumbre busca, ansiosa, sangre y espectáculo. Claro, por aquello de que al pueblo hay que darle ‘pan y circo’.