CARTA ABIERTA
El nuevo aplazamiento del PRI para el registro de sus precandidatos a alcaldes y diputados generó muchas sospechas, pensando en otro intento por descarrilar las aspiraciones de Andrés Granier a la presidencia municipal de Centro. Sin embargo, fuentes del partido descartaron esta idea y pusieron como ejemplo el respaldo que dos exdirigentes del partido, ligados al Químico, dieron a Dagoberto Lara en el encuentro del fin de semana en el restaurante La Calle, de Tabasco 2000.
En una foto publicada en las redes sociales se ve a Miguel Romero Pérez y a Adrián Hernández Balboa muy cerca del presidente del partido en el desayuno que este ofreció a los exdirigentes para darles a conocer, precisamente, el aplazamiento del registro para el 7 de marzo. Como se sabe, Romero fue el abogado defensor de Granier en el juicio promovido por el exgobernador Arturo Núñez, y Hernández Balboa fue su coordinador en la campaña por la gubernatura, allá por 2006.
En realidad, diferir las inscripciones es una estrategia interesante del CEN en el propósito de mostrar sus cartas hasta el último momento. El plan tricolor es que el resto de los partidos, sobre todo Morena y el PRD, registren primero a sus abanderados a fin de evitar una desbandada por quienes no resulten nominados a cargos de elección.
Todo indica que la estrategia les ha salido bien, ya que el PRD ha abierto sus cartas al registrar a Manuel Andrade como candidato a la alcaldía. Y Morena hará lo propio este 28 de febrero al elegir entre Jesús Alí o Yolanda Osuna para ese mismo cargo.
Lo importante, para el PRI, es que Andrés Granier ha dado el ‘sí’ para ir por Centro y sólo es cuestión de días para hacerlo oficial. Otra candidatura importante es la de Soyara Pérez en Cárdenas, algo que también tiene ocupados, y preocupados, al PRD y a Morena.
El caso Granier ya tuvo su primera respuesta con la postulación de Manuel Andrade en el PRD. Se trata, desde luego, de una provocación a la militancia porque si un gobernador se distinguió por ser enemigo del perredismo, este es Andrade.
El PRD fue el partido que anuló, por vez primera en el país, una elección de gobernador. El Sol Azteca acusó a Andrade de fraude en la elección del año 2000 y el TEPJF ordenó repetir los comicios. Ahora, MAD vuelve a hacerle fraude al PRD ya que su inscripción ha irrespetado los estatutos del partido.
El exdirigente del Sol Azteca, Roberto Romero del Valle, el único inscrito legalmente como aspirante a la alcaldía de Centro, impugnará la candidatura del expriísta. Esto es, el Tribunal Electoral federal podría dejar al exgobernador ‘vestido y alborotado’ si es que el reclamo próspera. Durante su gobierno, MAD acuñó la frase «el que ganó, ganó y el que perdió, perdió» como una forma de mostrar su desprecio a los perredistas.
Y no es sólo el hecho de que más de la mitad del Consejo Estatal del PRD haya votado en contra de su nominación (26 de 46), sino que en realidad se le ve como a un infiltrado que sólo busca cumplir con la tarea de quitarle votos a Granier en Centro y al PRI en el resto del estado. De ahí las sospechas sobre su llegada como externo porque sus posibilidades de ganar son inexistentes.
Granier también ha prendido los focos amarillos en Morena, porque ya se están pensando dos veces lo arriesgado que será presentar una candidatura débil, sin apoyo ciudadano. Y es aquí donde han crecido los bonos de Jesús Alí como el único que en realidad puede retener la capital en la tierra del presidente Obrador. Las encuestas así lo revelan y ahí nadie puede decirse engañado.
Y es que en el partido gobernante se están jugando la imagen y el prestigio de AMLO en caso de tomar una decisión mal calculada. Perder sería imperdonable y muchos tendrían que pagar por ello.
Y sí, todo este efecto dominó en las distintas fuerzas políticas es lo que ha generado la inminente presentación del Químico como candidato. Quién lo dijera.