FRANJA SUR

La vaciedad, la pobreza ideológica y la multitud de aspirantes que rasguñan apenas el verdadero oficio de la política, son algunos de los aspectos que están desacreditando a los partidos políticos a causa de disputas bizantinas que bien podrían someterse al buen orden, si aplicaran correctamente sus estatutos y se apegaran a las declaraciones de principios.

Pero no pocos ni por asomo intiman con los documentos de sus organizaciones políticas y, ese desconocimiento, los lleva a cometer despropósitos que dan pena ajena hacia afuera, esto es, caen en el atraco partidista y provocan el desprecio de la población, porque el hecho de que los ciudadanos no participen en las vidas partidistas, sí están enterados de cómo deben actuar las organizaciones que se precien de democráticas.

Sin embargo, frente a tanto manoseo pedestre y pleitos anodinos la población de México ya ve a los partidos y, a no pocos políticos, más como rufianes que como aportadores de herramientas sanas para la democracia de un país.

Por eso se estima en la próxima elección, una alta probabilidad de que los ciudadanos salgan a votar atraídos por algún candidato, porque lo que son los institutos políticos, dejaron de ser opciones electorales.

Hoy esas organizaciones sólo sirven para que los aspirantes puedan registrarse ante los organismos electorales y, para que dirigentes hagan chanchullos que les dejen ganancias inmorales. La verdad, la verdad, el desprestigio que se cargan está hoy en todos los colores, debido a tanto cochambre al interior de ellos, al grado de alejar de su radar al electorado.

Así, con nostalgia se recuerdan esas líneas trazadas en la Constitución de la República, me refiero a la parte en la que indica que los partidos políticos “son entidades de interés público”, y que “los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática”.

Pero desde hace rato se perdieron esos principios constitucionales, pues hoy los partidos en México tienen dueños, amos, y se dedican a promover la participación de familiares y amigos en sus filas, con tratos preferenciales. Qué tristeza.

La podredumbre la inmundicia en torno a ellos, es en cada proceso electoral. Ahora mismo en Tabasco tenemos ejemplos latentes de los feroces pleitos por los cargos públicos, tanto en Morena, el partido en el gobierno, como en el PRD, segunda fuerza política en el estado, lo mismo que en el PRI.

La disputa en Morena es por la presidencia del partido entre Pedro Hernández, el dirigente estatal reconocido por el gobierno de Adán Augusto y sus corifeos, y, Jesucita López, presidenta reconocida por las bases de militantes lopezobradorista. El problema se ventilará en los tribunales.

Ahí, en el partido vinotinto, cunde la inconformidad en las colonias y comunidades, esto es, a ras de suelo, donde está la militancia que se ha roto el cuero para fundar a Morena, pues acusan que el gobernador Adán Augusto postuló a puros amigos oportunistas, entre ellos conocidos notarios compañeros suyos, que traen el PRI entre pecho y espaldas.

Por eso, la inconformidad contra Morena martillea entre sus militantes, quienes advirtieron que, en caso de no haber un cambio de actitud, impulsarán el voto de castigo, pues todo el mundo sabe que las candidaturas de Morena se palomearon en el palacio del gobierno estatal.

Y ayer a la sede estatal del PRI en Villahermosa, un contingente de priístas, procedentes del municipio de Huimanguillo, arribó a ese edificio para acusar a los dirigentes de intentar postular a una mujer a la alcaldía de esa localidad de la Chontalpa a fin de dejar fuera de la competencia al aspirante Jorge Elías Dagdug, el único que se registró como precandidato para ese cargo.

Pero no son nuevas las chicanadas en el PRI de Tabasco, pues desde el inicio del proceso electoral la militancia de todo el estado señala a Dagoberto Lara Sedas como un “dirigente ruin, y falto de oficio político” y de haberse vendido con el gobierno.

Además lo acusan de encerrarse a “piedra y lodo” y de no atender a la militancia. Ante esa actitud de cerrazón, cuadros del tricolor de suma importancia, han tirado esa bandera a la basura y, hoy abonan en otras causas partidistas.

El PRD también atraviesa escaramuzas, malas mañas y deserciones de militantes, tanto es así que renunció el ex senador Auldárico Hernández Gerónimo, un histórico de esas filas y de la lucha democrática en Tabasco. Se pasó a las filas de Redes Sociales Progresistas (RSP), con el cargo de comisionado nacional en Tabasco.

Auldárico le recriminó a su ex partido haberse convertido en una organización burocrática, electorera, además de señalar que el PRD se encuentra “secuestrado por los actuales dirigentes”, claro, en referencia al senador Juan Manuel Fócil Pérez, señalado de cacique en ese instituto político.

Por ese batidero en las principales fuerzas políticas en esta entidad, la gente no tiene un buen concepto de ninguno de ellos, pero como de todos modos la mayoría saldrá a votar el próximo 6 de junio, hay la percepción generalizada de que se definirán por candidatos, es decir, por la persona sin importar el color del partido político.

Y, en esta entrega, abordamos sólo unos botones del desgarriate que se vive hoy en las “entidades de interés público”.

Ahí se las dejo…

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).