¡Excelente viernes!
El caso de Tabasco -en términos políticos- siempre ha sigo singular, en esta elección atípica, no podría ser la excepción.
Tiempo de campañas…
Les comparto:
ENTORNO
“Un príncipe jamás podrá dominar a un pueblo cuando lo tenga por enemigo” Nicolás Maquiavelo.
“El cambio no va a llegar si esperamos a alguien más o esperamos otro momento. Nosotros somos a quien estamos esperando. Nosotros somos el cambio que queremos” Barack Obama.
Una elección atípica.
La pandemia por Covid-19 además de los cuantiosos daños económicos y la incertidumbre que ha provocado en todos los sectores de la sociedad, en tiempos de campañas electorales complican mucho, la de por sí difícil comunicación entre los potenciales electores y quien requiere de ellos.
El arranque de las campañas federales en los seis distritos electorales de Tabasco ha sido complicado para quienes están realizando recorridos casa por casa, fundamentalmente por las recomendaciones sanitarias y porque muchos están pensando más en sus problemas latentes o en su futuro inmediato.
La campaña electoral es bastante parecida a una estrategia comercial, aquel producto que tiene más difusión o presencia -de cualquier forma- es quien atrae a más clientes y desde luego el que concentra el mayor consumo, aunque no sea siempre la mejor, ejemplo, las bebidas de cola que son altamente dañinas para la salud, pero, a pesar de ello, son el primer lugar en ventas en un país como el nuestro, pero, esa es otra historia.
Al inicio de las campañas electorales -apenas una tarde en el segundo día- y sin dedicar aún tiempo y espacio del reportero a la investigación periodística en campo con otros candidatos del resto de los partidos políticos, lo que se percibe es el peso específico de una de esas marcas, con la que muchos identificaron su afinidad, sin que se apreciara algún logotipo o emblema político, incluso, sin mediar la presentación del solicitante de apoyo para la elección del próximo seis de junio.
Y como aquí en este espacio se advirtió el pasado 12 de marzo y algunos reconocidos -y polémicos- encuestadores con presencia nacional, en algunos ciudadanos existe una especie de claridad en relación a lo que significa “lo federal y lo local” y sobre esa base tienen sus prioridades de intención establecidas con mucha claridad y sí esa percepción se encuentra en una comunidad semi rural y urbana del Municipio de Centro, es bastante probable que ocurra en el resto de las localidades.
Esa “marca preferida” con mayor presencia o de moda parece irremediablemente ligada a un sello personal, el fenómeno -en esa tarde- se repitió de manera constante y de forma espontánea con nombres y apellidos.
En esos diálogos ciudadanos también hubo unos pocos condicionamientos y peticiones -antes de la presentación- espero no seas de esta marca (…) y algo inusitado, en la experiencia personal de varias campañas electorales, la condena al árbitro del proceso.
Aun faltan muchos días para que esta simple observación pudiera considerarse invariable, pero, en términos de comunicación confirma que alguien mantiene, de manera infalible, el peso de su opinión en el terreno de las masas.
Uno de los principales estudiosos de la psicología de las masas Gustave Le Bon lo definió de manera magistral: “en las arengas destinadas a persuadir a una colectividad se pueden invocar razones, pero antes, hay que hacer vibrar sentimientos” y ese campo alguien lo domina muy bien.
CONTORNO
No matemos… al lagarto
El lenguaje de los pueblos…
En el recorrido con el candidato a diputado federal por el sexto distrito, en una casa humilde, un señor, con una evidente capacidad diferente, lo invita a entrar, es policía en servicio lo que presume de manera orgullosa, su esposa, su hija y sus nietos escuchan el recital de consejos que manan de él hacia el visitante.
Identifica al candidato y su filiación, solo pide que no le aflojen en el combate a la corrupción y en otras tareas que él reconoce como irremplazables.
Hace un recuento histórico de su comunidad y de sus más de 50 años viviendo en el lugar, sus experiencias de niño y con el río detrás de su hogar, con cierta nostalgia evoca sus aventuras de caza entre popales cuando no existían restricciones para la captura de pequeños quelonios, pero eso se acabó, admite, y tampoco se encuentran ahora, aclara.
Y se acabaron dijo, porque también capturaron a los lagartos, lo que nosotros no hacíamos, lo respetábamos, porque sabíamos que ese animal, por alguna razón mantenía la vida en el pantano y en el río, por eso, sentencia, no matemos al lagarto, porque así como aquí, se acabará la vida alrededor…
javiermarinhdez@hotmail.com