FRANJA SUR
Para qué tantos brincos, estando el suelo tan parejo. Regresar el tema de Félix Salgado Macedonio al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es devolverle la candidatura al militante de Morena para que participe en las elecciones de junio, a pesar de haber violado las reglas establecidas en las leyes electorales.
Lo cierto a la vista de todo México y de los medios internacionales es que Salgado, aspirante a la gubernatura de Guerrero, y Raúl Morón, en Michoacán, no cumplieron con presentar sus gastos de precampaña, el primero simplemente no los presentó y el michoacano lo hizo fuera de los tiempos establecidos.
No cumplieron el requisito con el que se vigila el tope autorizado y la procedencia de los dineros para las campañas que, no es un tema menor. Por eso, en su momento los legisladores acordaron colocar en las leyes esa regla, y, quien no la cumpla, tiene que ser sancionado como se establece.
Y vuelvo a recalcar el caso de México Libre, partido en formación impulsado por Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón al que el INE, en septiembre pasado, le negó su registro por no cumplir con las reglas.
Pero entonces, nadie del gobierno ni el presidente López Obrador, salió a levantar la voz porque se estaba «atentando contra la democracia en México».
Ese es la parte grave del tema, la parcialidad abierta del régimen, del jefe del Estado Mexicano, a favor de su partido, hoy partido en el gobierno, con sus mensajes mostrando un robusto rasgo de autoritarismo en plena veda electoral. El mandatario federal se quedó anclado como dirigente opositor y, es momento en que no repara que es jefe de Estado.
La postura del gobierno de la 4T no es de
izquierda, es puramente conservadora, y, no lo puede ser cuando la mayoría de quienes toman las decisiones en el gobierno federal, fueron formados en el viejo nacionalismo revolucionario, y debido a ello se identifican más con el añejo PRI sesentayochero.
Por eso quieren desaparecer al INE, con sus maniobras antidemocráticas pues tienen nostalgia por aquellos años en los que el presidente del IFE, hoy INE, estaba en manos del gobierno federal.
Por cierto, en sus filas tienen a Manuel Bartlett, al personaje que se la «cayó el sistema» en la elección presidencial de 1988, que ganó el opositor Cuauhtémoc Cárdenas y la entregaron al priístas Carlos Salinas.
En esas fechas Bartlett Díaz era secretario de Gobernación y al mismo tiempo presidente del organismo electoral. Esa es la democracia con la que se identifica el nuevo gobierno. Volver al pasado.
Por eso consignamos que al corresponderle
la resolución final del caso Félix Salgado, particularmente, al Tribunal Electoral Federal, le pusieron en charola de plata el regreso de la candidatura.
Ese instancia fallará a favor de Salgado Macedonio pues en más de una ocasión ha mostrado su inclinación al presidente López Obrador.
El Tribunal Electoral ha demostrado estar sometido al régimen, eso lo sabe todo mexicano medianamente informado.
Sólo alargó el show mediático, pues ya el INE les había turnado el caso a los ministros, pero le regresaron la castaña caliente, quizá buscando exhibir a los consejeros, pero el INE se mantuvo firme en el cumplimiento de las leyes electorales, y, se ganó el respeto de una amplia franja de mexicanos, además afianzó su credibilidad.
Es, pues, predecible que el Tribunal le devolverá la candidatura a Félix Salgado, es bola cantada. Un resultado sorpresa, sería lo contrario.
Ahí se las dejo.