FRANJA SUR

En los comicios locales la atención de los tabasqueños está atrapada en la competencia por el municipio de Centro, pues es inédito que tomen parte en la competencia por la alcaldía dos ex gobernadores: Manuel Andrade y Andrés Granier.

Pero hay otra elección que está agazapada en el entorno de la justa choca, que debe ser revisada por el ojo analítico.

Me refiero al caso Jonuta, donde, aunque ciudadanos de otras latitudes no lo crean, una familia quiere seguir mandando como si se tratara de su rancho, si el pueblo se lo permite.

Me refiero, pues, al cacicazgo montado en esa región de los ríos por el afamado Tito Filigrana, candidato del PRD a esa comuna, quien debido a la mala decisión de permitir la reelección en nuestras leyes, ahora hay políticos ambiciosos de poder que pueden eternizarse en las presidencias municipales.

Esa familia, en un lugar de Tabasco, dedicado al comercio, la agricultura y ganadería, ha gobernado tres trienio; su esposa uno de ellos, y ahora pretende repetir el tal Tito, pero esta vez nos aseguran que no le será fácil porque, hasta donde sabe este franjero, la gente está harta de la dictadura Filigrana.

Y es que ningún cacicazgo ha sido bueno en ninguna parte del mundo, sobre todo en ayuntamientos, pues terminan los presidente municipales convirtiéndose en tiranos de quinta, con acciones de gobierno que son más útiles para sus intereses personales, para los pingues negocios que para la colectividad.

Así, la población de Jonuta, no poca por cierto, ha palpado en carne propia que con el tiempo este tipo de gobiernos, encabezados por aprendices de caudillos, con el tiempo se volvió autoritario y, es lo que, se quejan, está pasando en esa demarcación.

Precisamente ahí prenden los descontentos populares, pues los gobiernos que se anclan en el poder se tornan soberbios, arbitrarios, represores y gobiernan sólo para sus seguidores. Por eso, se dio la revolución en México en el siglo pasado.

No fueron pocos los hermanos mexicanos, así como los presidentes Madero y Carranza que cayeron luchando contra la reelección, porque no ha sido buena para los pueblos, hasta se formó un partido con ese nombre.

Para infortunio de los pueblos y beneplácito de políticos avariciosos, en nuestra época los legisladores aprobaron, al menos en los caso de alcaldes y diputados, la reelección en el período inmediato.

Por eso, esta vez hay una avalancha de voces que apuestan por acabar en ese municipio con más de lo mismo, darles la oportunidad a otras gentes, a políticos jóvenes que vayan con todo el entusiasmo, con nueva mentalidad y proyectos frescos, redituables para ese tipo de región, una de las que recibe menos presupuestos del gobierno de Tabasco.

Saben bien a bien que les urge un verdadero cambio a fin de remplazar el estado de cosas, esto es, acciones de gobierno añejas, caducas, por decisiones y programas acordes a la actualidad.

Y, los caciques huelen a cosa vieja, apestan a naftalina, a roperos abandonados y de ese modo gobiernan, esto es, con políticas rancias que no se merecen Jonuta ni los jonutecos.

Pero no hay mal que dure 10 años (100 es mucho para un ayuntamiento), por eso, vecinos de ese lugar aseguran que esta vez van por el cambio y, ante ellos, están revisando las propuestas de otras opciones.

Aseguran a pies juntilla que evaluaran durante las campañas a otros candidatos que toman parte en la competencia por Jonuta. Pues, como dicen los chavos: Ya chole, con más de lo mismo.

Ahí se las dejo.

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).