GUAYABERA POLÍTICA
Según su agenda, el Químico Granier debió de asistir ayer a la sede de su partido, el PRI, para participar en una reunión que en todo momento se estimó “urgente”, con integrantes de los 130 Comités seccionales del municipio, inconformes con la directiva estatal por haberlos desplazado de la selección de candidatos a pesar de ofrecerle repetidamente su concurso para tomar decisiones conjuntas y enviar a competir a los mejores hombres y mujeres.
Problemas como este y otros no menos delicados, le salen al paso al cuestionado exgobernador, hoy candidato de la alianza PRI-PAN a alcalde de Centro, sin que al parecer aparezcan los estrategas que le ayuden a disminuir tensiones y riesgos y le propicien al también exalcalde, un ambiente terso para recorrer sus rutas electorales sin sobresaltos.
Es delicado, preocupante, el panorama que tiene frente a sí el septuagenario aspirante, ello lo obliga a encarar personalmente las fracturas que se dan una tras otra al interior del partido, a tratar de corregir el rumbo y a sanear los ánimos adversos, por la pésima dirección del mismo.
El presidente del CDM, Francisco Castro Noriega, denunció la semana pasada en redes una serie de conductas indeseables, por arbitrarias, observada por el presidente del CDE, Dagoberto Lara y la secretaria Katya Ornelas Gil.
Castro, sumamente molesto, se separó del cargo aun cuando permanece dentro de las filas de lo que queda del ex partidazo.
Los que sí se fueron, junto con cientos de seguidores, orillados por la negligencia e irresponsabilidad de Lara y Ornelas, avalados tanto por el presidente del CEN como por el delegado nacional, son Manuel Andrade Díaz, ex gobernador del Estado, dos veces presidente del CDE y tres veces diputado local; Nicolás Hadad López, ex diputado local y ex presidente del CDE; Francisco Herrera León, ex alcalde, ex diputado federal, ex senador de la república y ex presidente del CDE; Alberto Gular Solórzano, ex senador de la república, ex secretario general de la CNOP y César Rojas, ex diputado local, entre otros personajes, todos con años de militancia encima e innegables servicios al «Institucional».
Si lo que realmente pretende el PRI es ganar el mayor número de posiciones y por supuesto la presidencia de Centro, el domingo 6 de junio, como son los deseos de “Alito” Moreno, dirigente nacional, considero que tanto Lara como Ornelas, escogieron mal el camino a partir del “método” aplicado para atraer simpatías y respeto hacia sus abanderados de parte de los electores.
Mala señal.
Ahora, en los poquito más de 30 días de proselitismo que les queda a los candidatos para solicitar el apoyo de los electores, tendrá que ocurrir un verdadero milagro, la verdad, y de los muy buenos, para que el priismo le sonría no sólo a Granier sino al resto de quienes desean gobernar su municipio o representar a su pueblo en el Congreso del Estado, un milagro, digo, para que el priismo haga suya la ocasión y respalden a sus correligionarios con confianza y respeto, dos cosas inexistentes en este preciso momento.
Lo que hay ahí, en estos sagrados días de Dios, es impotencia, desencanto.
Muchos cuadros destacados quisieron participar pero fueron “persuadidos” de lo conveniente que resultaba retirarse y dejarle libre el paso a otra persona sin ninguna clase de méritos, como el caso notable del licenciado Tomás Zacarías, secretario de Organización de la FEOP (CNOP), eliminado en sus pretensiones de ser diputado local para favorecer con esa posición a Fabián Granier Calles, que no cumple con los requisitos de la convocatoria, pero es amigo de “Alito” desde hace muchos años.
Nadie atina a explicar por qué la dirigencia nacional optó por convertir el caso Tabasco en una comedia ridícula e hiriente en lugar de impulsar un proceso reivindicador del partido (sumido en la mayor de las desgracias) e impulsor de las mejores causas democráticas y populares.
Para el caso de que las decisiones las haya tomado, como se comenta, el exgobernador de Campeche (“Alito”), no se puede abonar otra cosa sino que las decisiones fueron tomadas desde el peor de los puntos de vista posibles.
El problema del PRI –todos lo sabemos- ha sido su olvido de la militancia y su empecinamiento de querer hacerlo todo desde la cúpula y al parecer no hay para cuando acabar, el caso del Químico Granier es un caso extraordinariamente notable de todo esto, desde hace poco más de dos años comenzó a asegurarse que él y sólo él sería el candidato del PRI a la presidencia municipal de Centro.