LA AGENDA
Por las recientes declaraciones del candidato de la coalición PRI-PAN a la alcaldía del municipio de Centro, el expresidente municipal y ex gobernador de Tabasco, el “químico” Andrés Rafael Granier Melo, sugiere con estas un escenario en el que corre el riesgo de ser sujeto a un atentado. En alusión a una pregunta realizada por los reporteros que cubren la fuente, éste declaró de manera enfática: “Temo por mi vida” (28/04/2021), al ser cuestionado por la solicitud de elementos de seguridad que realizaron los partidos que representa ante el IEPC Tabasco, debido a los actos violentos denunciados en el municipio de Jonuta, por el candidato morenista a la presidencia municipal.
No es la primera vez que Granier Melo declara en este sentido durante la presente campaña, ya que desde la rueda de prensa inicial como abanderado de la coalición PRI-PAN, expuso que siempre ha sido un “candidato incómodo” para quienes ostentan el poder.
Sin dar nombres, sugirió que lo fue el ahora rival electoral del PRD: Manuel Andrade Díaz, quien fuese gobernador bajo las siglas del PRI de 2001 a 2006 y quien le entregó la estafeta al “químico” para el mandato del 2006 a 2012.
El temor de Andrés Granier por su seguridad, contrasta con los videos y fotografías que circulan por las redes sociales desde el arranque de la campaña, en el que se puede apreciar a un grupo nutrido de personas vestidos de civil quienes se encargan de darle seguridad al mismo (portando por lo general gorra, lentes oscuros y cubre bocas) abriéndole paso; quienes lo acompañan en los recorridos, incluso cumpliendo con todo el estereotipo de los llamados “guaruras”: Actitud displicente y cuerpos fornidos, como si antes que todo, la idea fuese que se notaran.
Por ello nos preguntamos: ¿Quién querría hacerle daño a Andrés Rafael Granier Melo? La pregunta salta después de leer y escuchar en la radio las declaraciones, titulares, columnas que abordan el tema. ¿Podrán ser sus contrarios políticos de siempre?, ¿acaso aquellos que lo llevaron a un juicio del cual fue exonerado por falta de elementos de prueba? O acaso ¿Los poderes fácticos?, a los que siempre ha representado y con los cuales nunca ha tenido conflicto alguno. ¿Puede ser acaso la ciudadanía?, ¿O quizá los que se sintieron agraviados por sus malas decisiones administrativas?, ¿sus rivales electorales? ¿Los deudores que dejó pendientes?… Hasta el momento, las razones que pudiesen fundamentar ese “temor” declarado, parecen no tener un sustento visible o comprobado.
En tiempos de contienda electoral, donde los políticos tradicionales son asesorados por expertos de la imagen y marketing, las estrategias en busca del voto desinformado y visceral se multiplican, siguiendo la argumentación trazada para la campaña, tal pareciera que lo que estamos viendo, de parte del candidato de la coalición “Va x Centro”, es el desarrollo de una segunda parte de su estrategia de campaña, la cual se basa en un montaje previamente preparado bajo el discurso de la victimización, pretendiendo alcanzar con ello, la figura del mártir y “perseguido” político.
Aunque haya otro Andrés tabasqueño, al que sus oponentes le han inventado campañas de desprestigio, incluso llevándolo a momentos climáticos en paralelo con la figura del “mártir” y ha sobrevivido, no existe la comparación con el Andrés que ahora busca la alcaldía del Centro, ya que desde su hoja curricular hay notorias diferencias. Pero en el campo de la estrategia política, la lógica y el sentido común se extravían y todo discurso tiene sentido cuando lo que se busca es legitimar la aspiración, por eso, tal pareciera que el discurso que se está construyendo obedece más a la lógica de si no hay una campaña de odio: inventémosla.
La figura del mártir conlleva a la redención. Quizás aquí está el juego que veremos en las próximas semanas de Andrés Rafael Granier Melo, quien busca a toda costa redimir sus faltas y omisiones en el ejercicio gubernamental, apostando al olvido del electorado como lo demuestra el titulado de la nota de un periódico en su versión digital: “Confía el “Químico” que su pasado no influirá en las urnas” (El Heraldo de Tabasco, 19/04/2021); proponiendo dar hoy solución a los mismos problemas que enfrentó durante su administración municipal y gubernamental y que, bajo el ánimo expresivo de las “benditas redes sociales”, declara: “En mi recorrido por Villa Playas del Rosario veo que no ha habido un avance desde hace 20 años que fui alcalde. No hay agua y tienen un mercado que se ha convertido en un elefante blanco” (28/04/2021), omitiendo mencionar que en esos últimos 20 años él fue gobernador del estado, siendo participe de ese nulo “avance” que el mismo menciona.
Si el pasado no se puede borrar, quizás el presente se puede alterar para distraer a la memoria, la estrategia de victimización y martirio del equipo de Granier está pintada como en una de esas bardas donde se lee el eslogan de campaña que el tiempo transformará en testigo del olvido y el desdén político.
Creo que por ello la pregunta debería de ser: ¿a quién le conviene un Andrés Rafael Granier Melo martirizado? La respuesta quizá está en la mente de los operadores de campaña que pretenden vender productos sin contenido como placebos electorales.