LA AGENDA EN RED
“México está en peligro” Así se titula un programa en video que subió Pedro Ferriz de Con, y prosigue… ¡Ya es tiempo de reaccionar! Estamos unidos mexicanos.
Nos preguntamos ante tamaña falsedad de advertencia y preocupación, ¿en qué mundo vivía el tal Pedro antes de este gobierno? por estos comentarios ambiguos deja claro que la preocupación que hoy lo angustia no se debe a lo que él advierte, sino a lo que pasaba antes en que el periodista no veía quizá por el estilo de vida que disfrutaba.
Mejor sería que nos dijera el “preocupado” periodista si el pueblo – no él, que conste – estaba mejor con Vicente Fox, Felipe Calderón o Peña Nieto. Esto si fuese impactante que lo dijera, sin darle tanta vuelta a la vuelta, claro, si fuera honesto.
Antes, en que los errores, las malas decisiones, la enorme opacidad, la excesiva corrupción, las concesiones de empresas mexicanas, o la venta de activos del gobierno, estaban tan a la vista de todos, nos preguntábamos ¡que rayos pasaba! Ninguno de los medios importantes daba cuenta de ello, al contrario, lo anunciaba, pero muy matizado.
Ahora a diario, el presidente en las mañaneras ante tantos hechos irrefutables de corrupción que nadie puede ocultar o sostener y que salen a la luz pública, lo indigna, lo molesta. Pareciera ser que este cáncer, en lugar de disminuir crece.
El presidente por la molestia y el enojo que le provoca que a diario sus subalternos o algunos poderes fácticos continúen actuando como en el pasado, lo harta; para muchos, el presidente se pasa de la raya en sus dichos, pero ante la impotencia de lo irrefutable que conoce todos los días, muchas veces le rompen la paciencia.
Hay que recordar que, en este país, tiene incrustada bajo la dermis de muchos, la toxina de la corrupción y esto que a diario descubre el presidente, agota hasta el más experimentado.
Solo hay que tomar en cuenta, si aún no queda claro este tema, preguntarnos ¿qué presidente de este país le interesó alguna vez combatir la corrupción a fondo? No nos hagamos, nadie lo hizo, nadie se puso a prueba de intentar siquiera poder lograrlo. Todos los programas que se hicieron en el pasado de combate a la corrupción, fueron solo una simulación y jamás sirvieron.
Hasta un lema chusco inventó el pueblo “La corrupción somos todos” en eso quedó todo lo intentado.
Hoy que se busca hacerlo, los obstáculos son cada día más insuperables.
Que quede claro, si el presidente fracasa en esta lucha contra este mal, la culpa no será sólo de él, será de todos.