LA AGENDA EN RED
En los pasillos del palacio hay voces que comentan lo que hoy vive en Palacio Nacional el presidente López Obrador.
La situación se dice está bastante ríspida, debido a que se acercan las elecciones y lo que preocupa en el ambiente es por la incertidumbre que se vive de lo que pueda pasar el próximo domingo 6 de junio.
Esto que se comenta puede ser que retrate en sí, el comportamiento actual del presidente, quien desde hace días, se nota molesto y enojado en sus mañaneras.
Algunos muy cercanos a él comentan que su actitud es porque se siente limitado debido a lo ordenado por el INE y que por esa razón, sus respuestas en las mañaneras resultan sin contenido y hasta viscerales cuando se enoja. La audiencia de esta transmisión ha disminuido en gran porcentaje.
Tan es así, que se observa que la paciencia que debería de tener como presidente, se le agota casi de inmediato, y responde con dureza, sin medir las consecuencias, a preguntas hechas por los medios que llegan todos los días.
En lo particular, creo que todo esto se puede deber a que en estas últimas semanas no tiene nada que exponer a cómo está acostumbrado, pero bien sabe, que sus adversarios si se están aprovechando de esta oportunidad y se explayan y avanzan con sus críticas y cuestionamientos diariamente hacia su gobierno. Esto indudablemente lo debe de traer, en cierta forma, más que desesperado, enojado.
Ahora bien, no hay que perder de vista que existen otros temas que le preocupan y más en estas fechas, como pueden ser el incumplimiento de algunas promesas de campaña y compromisos que se han ido quedado pendientes debido a que su gobierno ya no cuenta con los recursos suficientes.
No hay que dejar pasar por alto que López Obrador y su gobierno, padeció la terrible enfermedad de la pandemia por el Covid-19, así como los desplomes en consecuencia, de la economía mundial.
Aun así, hay que reconocerle que la suerte no lo ha abandonado. López Obrador ha tenido a su favor, el aumento de las remesas recibidas de parte de los migrantes que radican en los Estados Unidos, sumado a esto, la histórica altísima recaudación de impuestos debido a que puso orden en ese renglón. Esto trae al país todavía a flote.
Pero hasta ahí, debido a que siguen pendientes los proyectos que dijo desde inicio de su gobierno que haría. Algunos de ellos no han salido a como pretendió y cada día el compromiso no cumplido, le va viendo complicado realizarlo, y todo debido, a la poca capacidad económica y a la incapacidad de los responsables de cada proyecto. Esto lo merma emocionalmente.
Los problemas que lo bajan del ánimo popular. Estos son las acciones que van en su contra a pesar de lo que se anuncia. El aumento a los combustibles, el gas y la incesante inflación que golpea el bolsillo a los más necesitados son temas que entiende bien que le comienza a reducir poco a poco la simpatía y confianza de su pueblo hacia su persona, y lo más grave de todo, es que no halla como resolverlo.
Él sabe que hay resistencias por parte de sus opositores, pero aparte de ello, súmele la molestia que trae encima por la pésima actuación del partido que fundó y que hora pone en riesgo la mayoría que necesita en la Cámara de Diputados.
En lo que se refiere a Morena, debe sentirse impotente por no poder actuar, y como se ha ido de las manos su proyecto de tantos años. Debe ser difícil que un líder que creó en tan poco tiempo un partido que ganó todo en tan poco tiempo y que ahora ve como se ha ido cayendo gracias a la ambición de sus corre legionarios, no pueda hacer nada.
Hay motivos que el hombre, no el presidente, lo hace verse hasta confundido ante la infinidad de problemas que siguen vigentes.
Ahora bien, hay que también que aceptar que sus compromisos tampoco vayan saliendo en tiempo, costos y forma, y esto es sencillo de entender. Todo tiene una razón de ser. Esto es posible que se deba porque sus funcionarios le hayan ocultado o temido decirle la verdad de cómo están las cosas. Y aunque todo tiene un riesgo sus funcionarios por el temor de tener que salir del gabinete, le ocultan las cosas.
Si esto es así, confirmaría la teoría de que las renuncias presentadas por exmiembros importantes de su gabinete desde inicio de su gobierno y que están hoy fuera del mismo, haya sido por estos motivos. Llevarle la contraria al presidente, no está permitido.