EL TÍO VIVO

El pasado proceso electoral nos deja varias lecciones. Quizá las más importante es la que indica que el sistema de partidos debe revisarse muy minuciosamente porque estamos en el umbral de que se repita lo que por años se combatió. El avasallamiento de unos cuantos, con toda la fuerza del estado y la presencia hegemónica de un grupo que ostente sin contrapesos el poder público.

De todos es sabido que si algo nubla la visión de un político o de un grupo es que nadie les lleve la contraria, llegan a sentirse infalibles y lo que es peor, sienten que todas sus acciones tienen el respaldo popular y que por ello tienen derecho a hacer, prácticamente, lo que se les viene en gana.

Por ello es vital que existan contrapesos en la política, por eso es trascendente que quienes participan en esta actividad se preparen y sean una real opción de contrapeso para los poderes públicos. Lo malo es que los partidos tradicionales no han logrado entender esto y no han sido capaces de articular una oferta atractiva para la mayoría de la sociedad.

Tuvo que ser, desde la propia sociedad, de donde surgiera hoy en día un opción distinta, una propuesta seria que fue capaz de convencer a sus paisanos y vencer a los intereses políticos de unos cuantos, que buscaban arraigarse en el presupuesto, cobijados por el manto protector de “ya saben quién”.

Abraham Cano, el “Chelito”, es el primer personaje que, desde una candidatura ciudadana, gana una elección municipal y seguramente se convertirá en el primer alcalde en Tabasco, que en Cunduacán represente los intereses de la sociedad que lo eligió.

Cano compitió por segunda vez desde está figura independiente, hace 3 años estuvo a punto de vencer pero el “fenómeno Obrador” le impidió alcanzar el triunfo. Este año se preparó mejor, construyó su proyecto y triunfó, eso habla bien de una persona que no se deja vencer a la primera. Si el Chelo logra demostrar en el desempeño del cargo la misma entrega que tuvo para ganar, seguramente la llamada Atenas de la Chontalpa, tendrá al frente a uno de sus mejores presidentes municipales. En sus manos está construir su propio futuro…

Antes de bajarnos del caballito…

Casos como el de Cunduacán, Paraiso y Jonuta, demuestran que siempre hay la esperanza de que triunfe la sociedad, si ésta no se presta al chanchuyo. Hace 3 años se colocaron a muchas vacas en el cargo (citando a López Obrador), ahora no se pudo todo y eso genera que la certeza de que finalmente le puede ganar la razón a la imposición…