DE PRIMERA MANO
Alrededor de las 14 horas del pasado domingo, la alcaldesa de Cunduacán, Nydia Naranjo Cobián, se comunicó por teléfono con el gobernador Adán Augusto López Obrador para informarle que “algo extraño” estaba pasando en su municipio: grupos de personas bien pertrechadas estaban violentando a ciudadanos para que salieran a votar por el candidato a presidente municipal que participó sin marca partidista.
Y es que el régimen estaba seguro de que en la Atenas de Tabasco no tendría problemas para retener el ayuntamiento, pues se trata de un feudo escriturado al secretario del Bienestar, Javier May Rodríguez: el candidato a diputado local por el distrito de ese municipio es Antonio Ochoa, quien fue coordinador del programa ‘Sembrando vida’, y Lorena Méndez Denis iba por la diputación federal.
Ochoa y Denis ganaron sin problema, pero en la alcaldía el instituto del presidente Andrés Manuel López Obrador no corrió con la misma suerte.
¿Qué paso en Cunduacán?, es la pregunta que aún se hacen en el gabinete.
Informes confidenciales aseguran que en esa localidad participó abiertamente un grupo fuera de la ley relacionado con el narcomenudeo y el ‘huachicol’.
Poco antes de iniciadas las campañas, en una oficina de Villahermosa se obtuvo información que relacionaba a un abanderado con diversos delitos, por lo que ya se tenían varias carpetas bien integradas.
Alguien, sin embargo, determinó que no era conveniente que el susodicho fuera requerido por la Fiscalía general del estado, ya que podría ayudarle electoralmente el “efecto” (político) de la “acción” (judicial).
La prueba de que “poderes ocultos” tuvieron una participación directa fue la detención el día de la jornada de un operador político de Morena, a quien sujetos con armas largas bajaron de su vehículo y le robaron el teléfono celular.
Esos “poderes” extrajeron información –capturas de chats de Whatsapp– para “demostrar” que la presidenta municipal estaba “operando” los comicios a favor del partido de AMLO.
Pese a que aún no se ha calificado la elección, por lo que aún no recibe su constancia de mayoría del Instituto Electoral y de Participación de Tabasco (IEPCT), la persona que lleva más votos pretendía que Naranjo Cobián recibiera desde ayer a su “equipo de transición” y así se lo hizo saber de manera amenazante.
Mientras las autoridades siguen en el análisis de las irregularidades, que son muchas, en Cunduacán hay temor porque se asegura que el nuevo jefe policiaco municipal será un agente de la Secretaría de Seguridad Pública que labora en Villahermosa, y a quien se ubica como parte de la red de protección de que gozan los contrabandistas de gasolina robada.
Para la Dirección de Tránsito municipal se menciona a otro sujeto también con presuntos nexos criminales.
Por lo pronto, hay constancia de que el presunto ganador de la contienda ha amenazado a la lopezobradorista que gobierna en la Atenas tabasqueña.
¿Dejará el régimen que grupos con poder extralegal asuman el control del municipio? ¿Hasta dónde tiene que ver en esa situación de emergencia que un aspirante a la gubernatura distinto al primer círculo estatal de Morena quiera mantener para su causa a Cunduacán y a Comalcalco? ¿El IEPCT puede sancionar las irregularidades en más de tres mil votos anulados porque al parecer beneficiaban al vinotinto?
¿Estamos ante el primer caso en Tabasco donde las autoridades locales responderían directamente a otro tipo de intereses?
Son preguntas que deben tener respuesta en las próximas horas.