Carta Abierta
A juzgar por la amplia diferencia con que Andrés Granier cayó ante la morenista Yolanda Osuna, podría decirse que el ‘granierismo’ ha pasado a la historia; pero si se revisan con lupa los resultados del 6 de junio parece que aún hay una historia que contar. ¿Larga o corta? Eso depende de la decisión que el exgobernador tome en las próximas semanas.
En principio, el ‘granierismo’ logró que dos de sus integrantes se apuntaran en la próxima Legislatura del Congreso local, si bien por la vía plurinominal: Fabián Granier, hijo del exgobernador, y Katia Ornelas, la secretaria general del PRI estatal.
En segundo orden, el Químico registró 49 mil votos en la pasada elección, superando en un 60 por ciento los 29 mil sufragios que Adrián Hernández Balboa, otro miembro de su establo, registró en 2018. Hay que decir que cada voto de Granier vale oro porque se lograron sin que hubiera el menor respaldo financiero y humano por parte del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Esta votación en la capital tabasqueña ayudó a que entraran tres ‘pluris’ en la segunda circunscripción, ya que aparte de Fabián y Katia también lo hizo Maritza Jiménez Pérez. Los especialistas afirman que esos 49 mil sufragios empujaron de forma decidida la entrada de los tres legisladores. Así, sumando la curul de Soraya Pérez, el tricolor contará con cuatro miembros, superando al PVEM y MC, si bien estará muy abajo de Morena y el PRD.
La ratificación de Dagoberto Lara en la dirigencia estatal del PRI es otro punto a favor del ‘granierismo’. Si bien el ganadero huimanguillense no es de los llamados ‘químicamente puros’ sí influyó para que el Químico se alzara con la candidatura y a partir de ahí se afianzó una cercanía política. No obstante, el presidente del partido ha insistido en no pertenecer a algún grupo interno en particular.
Si bien estos factores parecen marcar un argumento a favor de que Granier siga en la lucha política, este no ha dicho algo al respecto. Tras admitir su derrota ante Osuna, sólo subió un pequeño video a las redes para admitir el resultado y pedir darle vuelta a la página. Se le notaba a disgusto, triste dirían algunos, por el resultado final, aunque su círculo más cercano acusó actos ilegales el día de la votación que incidieron en el resultado final.
Por ahora, los únicos exponentes del ‘granierismo’ con un cargo de elección son Katia Ornelas y Fabián Granier, más otros miembros identificados con esa corriente. La única manera en que esa representación siga presente es que el propio Granier dé señales de vida. ¿Cómo?, esa es la duda que permea en su círculo más cercano.
Ahora hay dos grupos opuestos hablándole al oído: unos, instándolo a continuar en la brega política, buscando revancha para dentro de tres años; el otro, aconsejándole la retirada al hogar para disfrutar de su familia, con sus 73 años de edad.
Sea cual fuere la decisión, será una señal que el priísmo debe registrar ante la falta de un líder visible que aglutine política y electoralmente a los militantes. Ante la falta de un peso pesado como Granier, la única opción es que su presidente Dagoberto Lara tome esa estafeta, que no será necesariamente la del ‘granierismo’.
En todo caso, la bandera de Dagoberto estaría exenta de una filiación en particular, tratando de reagrupar a los priistas de todas las facciones. Por lo pronto, el destino del partido depende de la capacidad de sus mejores hombres y mujeres para reinventarse y cambiar las formas de hacer las cosas.
Quizá una respuesta a lo sucedido al PRI el 6 de junio está en una anécdota contada por Carlos Alazraki, el creador del exitoso canal de YouTube, Atypical TV. Cuando le preguntó al exgobernador priista del Estado de México, César Camacho Quiroz, por qué tantos mexicanos votaron a Morena el 6 de junio a pesar de todo lo que se ha criticado al presidente Obrador y a ese partido, le respondió: «Porque gran parte de los mexicanos piensa que nosotros somos aún peores que ellos».