CARTA ABIERTA
Astuto como es, López Obrador recién envió señales al dirigente nacional del PRI en el sentido de contar con los votos de su partido en San Lázaro para reformas constitucionales. Esto ha encendido los focos de alarma en el bloque opositor complementado por el PAN y el PRD, temerosos de que se abra un boquete en su agenda legislativa y en las elecciones presidenciales de 2024.
Horas después de esta ‘invitación’ del presidente, Alejandro Moreno Cárdenas aceptó un diálogo con la condición, dijo, de que sea público. De hecho detalló que habría oportunidad de tener un acercamiento con el Gobierno. Dijo que el bloque opositor se construye para tener una agenda conjunta, pero eso no deja de lado que el PRI tenga una agenda propia y que pueda sentarse con el huésped de Palacio Nacional. Vaya.
A partir de esos momentos no han dejado de surgir las más variadas especulaciones, una de las cuales radica en la eventualidad de que el pragmatismo del tricolor, alentado por su afán de supervivencia, le lleve a acercarse al presidente y dejar de lado esa alianza con Acción Nacional y el partido del Sol Azteca.
En un sentido se ha hablado de que la próxima gobernadora de Campeche, Layda Sansores, sería un factor de ‘convencimiento’ para que el exgobernador de esta entidad lo piense mejor a la hora de seguir en ese bloque opositor que le quitó a Morena varias diputaciones en la elección del 6 de junio.
Marko Cortés y Jesús Zambrano se han puesto nerviosos ante la disyuntiva que podría enfrentar ‘Alito’ a la hora de cuidarse las espaldas en dos frentes: en Campeche y en el Palacio de San Lázaro. A todo ello, Obrador insiste en buscar un acercamiento con el PRI para sus reformas constitucionales, más cuando parece que el PVEM busca salirse del redil en la segunda parte del sexenio.
En términos prácticos, el PRI se ha situado de pronto como el punto de equilibrio de la alianza opositora. Por el contrario, Obrador busca debilitarla porque así crecen las posibilidades de que Morena retenga la presidencia en 2024. De tener AMLO éxito en su propósito, Acción Nacional y el PRD quedarían como los únicos partidos de oposición, aunque PAN con el mayor peso en el ánimo ciudadano.
Este es el dilema en que López ha situado a ‘Alito’ y a su partido en la próxima legislatura federal. En los próximos meses se verá cuánto puede soportar el campechano esa presión aumentada por la presencia de Layda en su terruño. No todo está dicho en cuanto al avance de la alianza opositora, aunque Moreno Cárdenas ha prometido mantenerse firme. Todo depende de cuánto quiera apretar el inquilino de Palacio Nacional.
: TRAPECISTAS Y CHAPULINES
Esto decía, en corto, un connotado morenista cardenense al saber que Óscar Cantón Zetina es ya diputado federal de Morena.
De manera breve, recordaba a Óscar como parte de la nomenklatura priista que le concedió casi todos los cargos habidos y por haber: diputado local, federal, senador y funcionario público estatal.
Luego, al ver que se le negaba un nuevo cargo de elección, brincó como chapulín al PRD para encontrar cobijo con Arturo Núñez, si bien este, conociéndolo bien, se deshizo de él dándole el cargo de representante de Tabasco en la Ciudad de México.
Luego se unió a los Madrazo, Roberto y su hijo Federico, para agandallarse la candidatura del Verde a gobernador; todo para que al final se las dejara tirada y se sumara a la campaña del morenista Adán Augusto. Ya en pleno sexenio, el gobernador lo mantuvo a raya hasta que el CEN de Morena lo rescató para darle una posición plurinominal.
Contra todos los pronósticos, Óscar logró la diputación y lo presumió en redes. ¡Y ahora busca apuntarse como candidato a gobernador!
Estos son los casos que a los morenistas les remueven las tripas, sabiendo que gente valiosa, de auténtica izquierda, como César Burelo, Pedro Hernández Jiménez o Isidro Jiménez López, han quedado fuera de un cargo de elección, teniendo muchos más merecimientos que un chapulín con toda la suerte del mundo.