CARTA ABIERTA
Evaristo Hernández ha tenido los primeros acercamientos con Yolanda Osuna en los trámites del cambio de poder en el Ayuntamiento de Centro, en lo que se avizora como una ‘transición de terciopelo’ sin mayores sobresaltos para la capital, para Morena y para el Gobierno estatal.
Si bien las primeras reuniones oficiales iniciarán en septiembre, el alcalde está concentrado en elegir al mejor equipo en esa entrega-recepción. En ‘radio pasillo’ de Palacio Municipal se da como un hecho que el ‘team’ de Evaristo estará encabezado por el actual secretario técnico y exvocero del Ayuntamiento, Juan Carlos Castillejos, un funcionario que ya fue secretario de Gobierno en la gestión de Manuel Andrade Díaz. Es decir, experiencia la tiene.
Evaristo deja varios proyectos pendientes, no porque así lo haya querido sino porque no le dejaron avanzar en ellos. Entre estos están la construcción de la nueva planta potabilizadora de Villahermosa, una obra que iniciará el próximo año; el cambio de las tuberías de agua potable, el drenaje sanitario y la introducción del drenaje pluvial. Todos estos trabajos fueron prioridades pero por razones políticas se vinieron abajo, dejando a los ciudadanos como la parte más perjudicada de intereses ajenos al bienestar general.
Por lo que se sabe, el alcalde dejará un Ayuntamiento funcionando con números negros, con una deuda bajo control, con una plantilla laboral que no creció en estos tres años y con una reorganización de los servicios municipales que le llevó a irse en blanco en cuanto a paros laborales de los sindicatos.
Yolanda Osuna recibirá una administración funcionando, sin señalamientos de corrupción, al corriente en los pagos de su plantilla de trabajadores y en buena relación con el Gobierno estatal.
Por todo ello es que en Centro habrá una ‘transición de terciopelo’, alejada de cualquier obstáculo que ponga en riesgo el funcionamiento de la administración. No hay que olvidar la buena comunicación Hernández-Osuna, derivada de que varios funcionarios del gobierno de Evaristo renunciaron en tiempo y forma para apoyar la campaña de la candidata de Morena. Es decir, buena parte de la logística política del alcalde se sumó, en el marco de la legalidad, al equipo de la morenista y a juzgar por los resultados hizo bien su tarea.
En la eterna rueda del poder, Evaristo estará dejando la alcaldía y Osuna iniciará su gestión con las más altas expectativas.
¿Qué hará Evaristo a partir de octubre? Nadie lo sabe con certeza, aunque pondrá su mira en 2024. Antes, tendrá que resolver la inhabilitación política que por cuatro años le impuso el Poder Judicial tras la querella de Lola Gutiérrez por violencia de género. Al considerarla injusta, Evaristo la impugnará en su momento para lograr su rehabilitación política.
Por lo pronto, el círculo cercano al presidente Obrador le reconoce su aportación a la victoria de Layda Sansores en Campeche. Como se sabe, el alcalde pidió licencia por quince días bajo el argumento de ‘motivos personales’, cuando lo cierto es que estaba poniendo toda su experiencia al servicio de los intereses de Morena y de Obrador en ese estado vecino.
Por estas y otras razones, el alcalde se va dejando a Osuna un Ayuntamiento libre de sospechas en su gestión. Al menos eso es lo que se observa desde el exterior.
fOTO: EVARISTO HERNÁNDEZ
‘Transición de terciopelo’
en Centro
Evaristo Hernández ha tenido los primeros acercamientos con Yolanda Osuna en los trámites del cambio de poder en el Ayuntamiento de Centro, en lo que se avizora como una ‘transición de terciopelo’ sin mayores sobresaltos para la capital, para Morena y para el Gobierno estatal.
Si bien las primeras reuniones oficiales iniciarán en septiembre, el alcalde está concentrado en elegir al mejor equipo en esa entrega-recepción. En ‘radio pasillo’ de Palacio Municipal se da como un hecho que el ‘team’ de Evaristo estará encabezado por el actual secretario técnico y exvocero del Ayuntamiento, Juan Carlos Castillejos, un funcionario que ya fue secretario de Gobierno en la gestión de Manuel Andrade Díaz. Es decir, experiencia la tiene.
Evaristo deja varios proyectos pendientes, no porque así lo haya querido sino porque no le dejaron avanzar en ellos. Entre estos están la construcción de la nueva planta potabilizadora de Villahermosa, una obra que iniciará el próximo año; el cambio de las tuberías de agua potable, el drenaje sanitario y la introducción del drenaje pluvial. Todos estos trabajos fueron prioridades pero por razones políticas se vinieron abajo, dejando a los ciudadanos como la parte más perjudicada de intereses ajenos al bienestar general.
Por lo que se sabe, el alcalde dejará un Ayuntamiento funcionando con números negros, con una deuda bajo control, con una plantilla laboral que no creció en estos tres años y con una reorganización de los servicios municipales que le llevó a irse en blanco en cuanto a paros laborales de los sindicatos.
Yolanda Osuna recibirá una administración funcionando, sin señalamientos de corrupción, al corriente en los pagos de su plantilla de trabajadores y en buena relación con el Gobierno estatal.
Por todo ello es que en Centro habrá una ‘transición de terciopelo’, alejada de cualquier obstáculo que ponga en riesgo el funcionamiento de la administración. No hay que olvidar la buena comunicación Hernández-Osuna, derivada de que varios funcionarios del gobierno de Evaristo renunciaron en tiempo y forma para apoyar la campaña de la candidata de Morena. Es decir, buena parte de la logística política del alcalde se sumó, en el marco de la legalidad, al equipo de la morenista y a juzgar por los resultados hizo bien su tarea.
En la eterna rueda del poder, Evaristo estará dejando la alcaldía y Osuna iniciará su gestión con las más altas expectativas.
¿Qué hará Evaristo a partir de octubre? Nadie lo sabe con certeza, aunque pondrá su mira en 2024. Antes, tendrá que resolver la inhabilitación política que por cuatro años le impuso el Poder Judicial tras la querella de Lola Gutiérrez por violencia de género. Al considerarla injusta, Evaristo la impugnará en su momento para lograr su rehabilitación política.
Por lo pronto, el círculo cercano al presidente Obrador le reconoce su aportación a la victoria de Layda Sansores en Campeche. Como se sabe, el alcalde pidió licencia por quince días bajo el argumento de ‘motivos personales’, cuando lo cierto es que estaba poniendo toda su experiencia al servicio de los intereses de Morena y de Obrador en ese estado vecino.
Por estas y otras razones, el alcalde se va dejando a Osuna un Ayuntamiento libre de sospechas en su gestión. Al menos eso es lo que se observa desde el exterior.