Franja Sur
Un comunicado difundido por el gobierno estatal esta semana, fechado en el municipio de Emiliano Zapata, dio a conocer que “luego de realizar una evaluación con las autoridades del Sector Salud, el gobernador Adán Augusto López Hernández confirmó que Tabasco permanecerá en semáforo epidemiológico naranja de alto riesgo, hasta un nuevo análisis del comportamiento de la pandemia del Covid-19 la próxima semana”.
En los hechos, desde la segunda semana de junio estamos en semáforo rojo, si comparamos las cifras de ahora con las de julio del año pasado, cuando la entidad se ubicaba arriba de los 300 casos cada 24 horas, y algunos días hasta más de 400 que fueron los niveles máximos de la alerta epidemiológica establecidos por las propias autoridades de la Secretaría de Salud. Ayer se registraron 458 contagios. Pero seguimos en naranja, dicen.
El Ejecutivo tabasqueño se resiste en estos días a mandar a Tabasco al estado real de la pandemia y, decidió que permaneciera el estado en semáforo naranja cuando, insistimos, los contagios están arriba de los 400 casos.
Y es que hoy por hoy Adán Augusto se encuentra en este dilema: si queda bien con los empresarios, comerciantes y partidos políticos o tomas las medidas que el caso amerita y, que demanda esa parte del pueblo angustiado que vive en zozobra que sigue cuidándose sin salir de sus casas desde hace más de un año.
Esas personas piensan que si se aplicaran en Tabasco con rigor los protocolos, tal y como hicieron otras entidades, tal vez no estaríamos entre los cinco estados con más contagios.
Sin embargo, hay quienes piensan distinto, por ejemplo, el PRD a través del senador Juan Manuel Fócil Pérez, quien a la vez es empresario, ha estado pugnando porque no se mande a Tabasco al semáforo rojo, y en el mismo tenor se ha manifestado el dirigente de la Cámara Nacional de Comercio local Manuel Miranda Hernández.
El dirigente de los comerciantes declaró recientemente: confío que el semáforo epidemiológico en Tabasco permanecerá en naranja pues todos debemos cumplir con las medidas sanitarias, pues sería un severo golpe para todo el sector comercial, si las autoridades estatales analizan regresar al semáforo rojo.
Pero del otro lado, de los ciudadanos que se han cuidado tal y como lo ha pedido el gobierno, créame que no son pocos los que viven el tormento de no salir de sus hogares por el temor a infectarse y que se molestan al saber que los casos no bajan por esa gente que no se cuida y, culpan al gobierno de no impone medidas restrictivas severas.
Es ahí el detalle, quiérase o no, el reclamo de los comerciantes, empresarios y partidos políticos influyen en el gobernador para dudar si aplica o no el semáforo que corresponde. Ahí es donde se ve de qué están hechos los gobernadores pues no saben si quedar bien con melón o con sandía.
Ahí se las dejo.
La botica
1.- “Hoy empieza la cuenta regresiva. Muy pronto un Paisano y amigo estará en donde tiene que estar, para lo que sigue. El que entendió, entendió”. Este fue el comentario de Raúl Ojeda, ex candidato al gobierno de Tabasco, que hizo en las redes sociales y que puso a girar a la clase política y a la comentocracia.
2.- Algunos especularon en las redes sociales que podría ser la salida del gobernador Adán Augusto, que se irá al gabinete de López Obrador y en su lugar entraría Octavio Romero Oropeza a terminar el sexenio.
3.- Otros más se aventuraron a escribir que López Obrador haría presidenciable al actual gobernador de Tabasco, si se integra al gabinete federal, y, recordaron lo que ha dicho en varias ocasiones en Telereportaje el analista geopolítico Alfredo Jalife-Rahme, respecto al gobernador Adán Augusto, cuya propuesta no ha tenido eco en otros medios.