(Cortesía: Revista Portada Empresarial)
- El director general del nosocomio, Víctor Narváez, sostuvo que ante la oportuna intervención ninguna persona ha fallecido en espera de ser atendido; hay pacientes que mueren, debido a que no aceptan ser intubados
- Un tratamiento intensivo como el brindado en el este hospital de alta especialidad, afirmó, cuesta en promedio en un hospital privado, 100 mil pesos; los medicamentos suministrados van de los 25 mil a 45 mil pesos
A poco más de un año que el Hospital Regional de Alta Especialidad Juan Graham Casasús inició su reconversión para atender el COVID-19, con la experiencia del personal médico y la aplicación de terapias y medicamentos de vanguardia, se ha disminuido el riesgo de letalidad de quienes internados por esa pandemia, bajó de 46 a 22 por ciento, mejorando la expectativa de vida, aseguró su director, Víctor Manuel Narváez Osorio, director general del nosocomio.
“Nuestro índice de mortalidad por COVID fue muy alto en los meses más críticos. En julio del año pasado, llegamos a tener una tasa de mortalidad del 46 por ciento, es una tasa altísima, pero entendible, porque somos el hospital que recibe a los pacientes mucho más grave”, afirmó.
“En mayo de este año, el índice anda en el 23 por ciento y al corte hasta ayer 20.8 por ciento, en junio, es decir, de cada 100 pacientes que ingresan, 21 fallecen”, explicó.
En entrevista, afirmó que la pandemia del COVID-19 ha dejado enseñanza y aprendizaje en muchas cosas, tanto al personal que recibe y examina al paciente, como del encargado de manejarlo en el área de hospitalización, además la experiencia del uso de medicamentos que, según refirió, fueron de los primeros usados a nivel mundial, pero que “han pasado a la historia”, puesto que demostraron no han sido tan útiles.
“En este camino, hemos ido haciendo protocolos con diferentes medicamentos para evitar que el paciente presente trombosis. Se ha demostrado también que es importante que el paciente conserve una posición boca abajo (prona), ya que recluta muchos alveolos y favorece la entrada de oxígeno”, detalló.
“Se ha demostrado que cuando la oxigenación empieza a bajar a 93-92 por ciento, el paciente es necesario que empiece a recibir oxígeno por vía externa. Y se ha demostrado también que hay en el mercado algunos productos que conocemos como monoclonales, que pueden ser muy útiles en la fase en que se está iniciando la tormenta de citoquinas o la que se está iniciando el proceso de inflamación más intenso”, comentó.
Narváez Osorio destacó que el Hospital Juan Graham está a la altura de lo que se requiere para atender a los pacientes de COVID-19 con equipamiento suficiente de respiración externa y de cánulas, independientemente de que desde que llega por esta enfermedad, se le realiza una tomografía, la cual da evidencias más claras e inmediatas que la prueba PCR.
“Este hospital cuenta con cánulas de alto flujo, que son equipos previos antes de mandar a los pacientes a la intubación. Todos nuestros pacientes que ingresan se les realiza una tomografía previa, cosa que no en cualquier hospital del país tiene esta posibilidad”, destacó.
El director general del Hospital Juan Graham sostuvo que ante la oportuna intervención del personal del área de diagnóstico conocida como TRIAGE, ninguna persona ha fallecido en espera de ser atendido, aunque hay quienes, cuando están ya internados, lamentablemente mueren por no aceptar ser intubados.
En ese sentido, Narváez Osorio destacó que el área de hospitalización actualmente cuenta con servicio de fisioterapia, respiración, psicología, además los pacientes tienen la posibilidad de realizar video-llamadas.
Para ejemplificar lo que destina la Secretaría de Salud del Estado en cada paciente del Hospital Juan Graham que es atendido por COVID-19, Narváez Osorio mencionó que un día de estancia cuesta, en un hospital privado, 100 mil pesos en promedio y además se aplican dosis costosas paras sedar, por lo que en el caso de los medicamentos que ayudan a evitar la “tormenta citoquinas” – que es la etapa fuerte de infección en pulmones-, como Ruxolitiniv, el precio ronda entre los 25 y 45 mil pesos.
Narváez Osorio destacó además al corte del pasado jueves, en el Hospital Graham había 84 pacientes internados de los cuales, el 60 por ciento son personas con menos de 49 años de edad y el 40 por ciento restante, tiene 50 años de edad en adelante.
Agregó que el hospital cuenta con el personal suficiente, toda vez que por parte del Gobierno del Estado se ha dado la indicación de contratar a más personal, sin embargo, lamentó que en la batalla contra el COVID han fallecido dos trabajadores del área de servicios generales y uno de radiología.
Destacó que este hospital, en sus investigaciones con medicamentos de vanguardia y su personal médico han aportado conocimiento científico, al participar en conjunto en proyectos nacionales e internacionales, con los que se prueban medicamentos que se agregan a la dosificación de los pacientes, sin poner en riesgo su salud.
En virtud de que la pandemia no cede en Tabasco, el funcionario estatal, exhortó a los ciudadanos a permanecer en resguardo domiciliario así como extremar las medidas de higiene para evitar caer en el panorama vivido a finales del año pasado.