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Ciudad de México. – Al leer la columna del periodista René Alberto López publicada ayer, no nos queda más que darle la razón a su análisis hecho de una realidad irrefutable.
El tema que publicó radica en una injusticia hecha por Andrés Manuel López Obrador a sus leales y verdaderos seguidores que estuvieron a su lado desde el nacimiento político del hoy presidente en su tierra, aquí en Tabasco.
Para el reconocido analista y periodista retornar a los años 90’s es como ver una vieja fotografía que aún permanece plasmada en la historia de esta entidad.
Para muchos, imborrable por todo lo sucedido en esa etapa en que la oposición comenzaba a incomodar al poder de ese tiempo.
El Tabasco de ese entonces conocía la lucha que comenzaba a nacer desde las entrañas misma del poder’
El propio López Obrador, que provenía del PRI de antaño, con sus modos y practicas acostumbradas, mismas que propiciaron que su dirigente de ese partido, el hoy presidente, saliera prácticamente expulsado de ese partido, políticamente.
Con ello y bajo esa circunstancia, propicio que naciera el rebelde y incesante pensamiento del tepetitéco a su máxima expresión.
Con él, a sus inicios, estaban aquellos que desde esa etapa se sumaron a su movimiento, agitador para algunos, pero justificado para los más.
Comenzaban a escucharse los nombres de sus amigos y leales compañeros de lucha como un Darvin González Ballina el poeta chontal, Auldárico Hernández Gerónimo, Nicolás Heredia, Dorilián Díaz Pérez, Javier López Cruz, entre otros.
Sus nombres eran reconocidos después de la toma de los pozos petroleros, los paros, la toma y expulsión del corazón de la capital, las marchas o éxodos a la capital del país, protestando por lo que creían, lo que profesaban, en fin, eran acciones que comenzaron a llamar la atención fuera del estado, y que llegaban hasta la capital política y económica del país.
El nombre de López Obrador tomaba distancia al dejar de ser un líder local para convertirse en un líder nacional.
Atrás dejaba su bastión en el que sustentaba su poder para comenzar a ensancharlo en territorio nacional.
Llegar a ser jefe de Gobierno de la capital, fue el salto que lo catapultó a comenzar a tejer el engranaje para poner en la mira la presidencia de México.
¿Pero que ocurrió en su estado natal durante y después en ese proceso? De eso vamos a comentar.
Para René Alerto López, la gran pregunta que hace en su columna es: “¿Sirvió de algo aquellas feroces luchas con repetidas marchas de protestas, cientos de plantones, tomas de instituciones, cierres de carreteras, líderes encarcelados, sin olvidar aquellos éxodos a la Ciudad de México y los muertos en accidentes carreteros como el ocurrido en una zona de Veracruz? Si lo medimos con lo que finalmente logró su promotor y dirigente López Obrador, claro que sí, lo llevó al Palacio Nacional y por primera vez un tabasqueño es presidente de México para orgullo de no pocos paisanos y, decepción y preocupación para otro tanto”.
Ante esta afirmación no nos queda más que decir que al periodista le asiste la razón. Por qué hoy se observa el olvido y el desprecio a los que desde ese inicio dieron todo, sabiendo a lo que se exponían porque desde ese entonces hacerlo era un suicidio político y hasta de sobrevivencia.
Un morenista, de los de a verdad, leales de toda la vida al hoy presidente, y con una ejemplar vida que asienta sus principios, alcanzó a decir que más valía estar afuera de este gobierno que tener como su jefe a un priista de antaño, uno que significó persecución y hasta la cárcel en el movimiento del presidente López Obrador.
La verdad es que muchas de las principales posiciones del gobierno y hasta del segundo nivel, están en manos de priistas de antaño y eso habla mal de este gobierno.
Continua diciendo el periodista en este análisis que para muchos tiene toda la razón al afirmar que: “el promotor y hacedor del movimiento de aquel PRD en Tabasco, sí les sacó jugo a esas manifestaciones, pues hoy despacha en Palacio Nacional, aunque en su tierra «entregó el movimiento al PRI», cuyos expriístas sólo se cambiaron la chaqueta y hoy lucen como flamantes gobernantes de Morena. Y hay quienes creen que en Tabasco murió el PRI. Por favor”.
¿Quién puede refutar esta realidad? Y como dice el autor de esa columna: Ahí se las dejo.