Tiempo de Política

Una de las innumerables máximas de la política es que en esta singular actividad, oficio, profesión, se dice que la “forma es fondo”, sobre todo en el priato con un presidencialismo omnipotente, dictatorial y “decididor” de todo, incluido los sucesores en Los Pinos, la ex casa de los mandatarios mexicanos.
Ayer en Tabasco y en la Ciudad de México se parecen configurar dos despates que ya habían trascendido desde hace varias semanas sobre el gobernador Adán Augusto López Hernández y la Jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo.
Hay dichos y hechos, que en el caso del gobernador tabasqueño se encuentra en el primer nivel, pero es un dicho presidencial de López Obrador, cuando responde la pregunta en la conferencia mañanera de ayer en Villahermosa sobre si existe la posibilidad de incorporar a su gabinte al gobernador Adán Augusto:
“Sí existe, pero depende de Adán y además de la necesidad que se tiene de contar con un gobernador como Adán, pero sí existe, yo tengo con Adán muy buena relación, nos identificamos bastante y depende de él y del pueblo de Tabasco, mí opinión es que a mí me ayuda mucho que Adán gobierne el estado, me ayuda mucho, me da tranquilidad”.
Fueron dos veces expresada la aseveración “Sí existe” y sobre el papel del mandatario en Tabasco solo confirma la confianza que le tiene:
“Tengo con Adán muy buena relación y nos identificamos. A mí me ayuda mucho que Adán gobierne en Tabasco. Me da mucha tranquilidad, me aligera la carga, porque son 32 entidades federativas, pero me da mucha seguridad de que se va a atender a la gente, sobre todo en mi tierra natal. Eso es importante para mí”.
Sobre la versión que ha circulado por varias semanas en Tabasco de que el gobernador Adán Augusto se sumaría al gabinete presidencial, la conclusión la dio el propio primer mandatario: “Sí existe”.
En cuanto a la jefa de Gobierno de la CDMX quien había sostenido una carrera parejera con el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, parece por los hechos que tiene a su favor la balanza, la del dedo presidencial del viejo priismo, reeditado y actualizado por el López Obrador.
Ayer Claudia Sheimbaum anunció que Martí Batres será su secretario de Gobierno.
La lectura es la misma que el caso Adán si su destino es la Secretaría de Gobernación: en la recta final de los sexenios en el país y en la estratégica CDMX donde los morenistas fueron apaleados en los pasados comicios, se requieren operadores político electorales.

Y de paso dos lecturas más:
-Martí Batres será el candidato de Morena para la CDMX.
-Al perfilar la candidata de línea, AMLO al mismo tiempo cancela la especulación de una presunta reelección presidencial.
El primer maximato del siglo XXI lo ejercerá desde su quinta de Palenque, bajo los frondosos árboles chocos que presumió ayer en la mañanera cuando explicó porque su «retiro de la política no será en su natal Tabasco: ceibas, guayacanes, macuilies, zapote, chicozapote, mamey, etc.

TIEMPO FUERA.- Y mientras tanto los grupos rivales, como las tribus perredistas de antaño, se reacomodan para la lucha que viene, interna y externa.
En la CDMX los no favorecidos jugaron las contras e hicieron perder a Morena.
El dedo presidencial en plena era digital, no lo cubre todo.

sfernandez@ddt.mx