Carta Abierta
La posible inclusión de Adán Augusto en el gabinete presidencial se suma al resto de los tabasqueños que por ahora ocupan diversos cargos de importancia en el equipo de trabajo de Obrador. Pero si al caso del gobernador se suma el trascendido de que Raúl Ojeda Zubieta también entraría en ese círculo de privilegio, entonces se estaría hablando ya de un ‘blindaje’ de fin de sexenio, con paisanos cercanos al macuspanense.
En efecto, tras el revuelo generado por la invitación presidencial a Adán Augusto, en las últimas horas ha tomado fuerza la versión de que Ojeda también estaría considerado para un cargo de importancia. De confirmarse, estaríamos viendo una especie de coraza de fin de sexenio, destinada a evitar sobresaltos indeseables en la última parte del mandato obradorista.
La idea de este ‘blindaje’ sería garantizar un fin de sexenio aterciopelado, evitando que los adversarios del presidente aprovechen la debilidad habitual de los últimos meses en el poder. Para alcanzar este propósito, Obrador parecería necesitar de gente con una confianza a toda prueba y lista para enfrentar los embates que seguramente vendrán.
Ahora mismo hay trece tabasqueños en cargos de distinto nivel en el gabinete, si bien sólo cuatro están en primer plano: Octavio Romero Oropesa en la dirección de Pemex, Javier May Rodríguez en Bienestar, Miguel Torruco Marqués en Turismo y Juan Antonio Ferrer en el Insabi. Pero hay más: Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Condusef, Rosalinda López Hernández, Administradora General de Auditoría Fiscal del SAT, y Rafael Marín Mollinedo, director de las Zonas Económicas Especiales de la Secretaría de Hacienda.
De acuerdo a un reportaje publicado por la página web La silla rota (https://lasillarota.com/especialeslsr/estos-13-tabasquenos-cercanos-a-amlo-lo-acompanan-en-la-4t/297334), Audomaro Martínez Zapata es director general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Marcos Manuel Herrería Alamina funge como director de Administración y Servicios de Pemex, en tanto que ‘Chelalo’ Beltrán y Humberto Mayans Canabal son consejeros de la empresa pública.
También están Humberto Hernández Haddad como subsecretario de Turismo, Agustín Gustavo Rodríguez López en la dirección del FOVISSSTE y el joven agroexportador de cacao, Hugo Chávez Ayala, despacha en la Coordinación del Programa de Agroreforestación de la Secretaría de Bienestar. Finalmente, como director general del Archivo General de la Nación está el investigador y escritor Carlos Enrique Ruiz Abreu.
Por lo que se observa, Obrador no ha dudado en incorporar a sus paisanos en cargos de importancia en diferentes áreas de la administración federal. Y si no sorprende la próxima adhesión del gobernador, el caso de Raúl Ojeda tampoco es la excepción, si bien hay una importante diferencia: los cargos de relevancia que ambos ocuparían.
A Adán Augusto se le menciona para la Secretaría de Gobernación y a Raúl Ojeda en otro cargo de primer nivel. En cualquiera de los dos casos, el hecho es que Obrador parece estar ‘blindando’ la segunda parte de su gestión, la más difícil y complicada, que es cuando comienza a minarse la fuerza política del presidente. Parece estar previendo este escenario y por ello necesita de personas muy allegadas, que le entiendan a la perfección y que sean garantía de lealtad a toda prueba.
Esta ‘tabasqueñización’ se afianzará en la segunda parte del sexenio en un cierre que puede ser mucho más complicado de lo que se espera, no sólo en el frente contra sus adversarios, sino también en Morena, con las diferentes tribus buscando influir en la nominación del candidato presidencial.
Por eso es que Obrador quiere a gente con la que pueda contar hasta el final de una forma segura y cercana, sin vacilaciones. Hacia ese objetivo parece estar dirigiéndose su quehacer político en Tabasco.