Franja Sur
Los historiadores han escrito que el apellido de Torquemada, primer inquisidor, “se ha convertido en un oscuro adjetivo equiparable a fanático, a intolerante”, además para señalar a los gobiernos intransigentes, adictos a cortarle alas a las libertades.
Una de las grandes conquistas del hombre es la libertad. La libertad a todo: libertad a nacer, vivir, trabajar, desplazarse, a disfrutar, a que las personas expresen sus ideas su forma de pensar y, entre los mayores beneficios de los pueblos se encuentra la libertad a elegir a sus gobernantes, uno de los principios de la democracia. Lo contrario es dictadura.
Y un riesgo de la democracia es que el pueblo vote algunas veces por la persona equivocada, que traicione la confianza del pueblo y en vez de servirlo y cumplir sus compromisos de campaña, gobierne para beneficios de una camarilla.
Pero la libertad es lo fundamental, tanto que pensadores y poetas universales han escritos frases luminosas sobre este valor en la vida y, una que se viene a la memoria es aquella que en un momento de inspiración escribió el chileno, el gran Pablo Neruda: “Podrán cortar las flores, pero no detendrán la primavera”.
Por eso, los hombres dedicados a la política no deberían verter al vacío su vocación de servicio a la comunidad, entre ellos defender siempre la libertad en todos los terrenos por encima incluso de sus intereses personales y partidistas.
Y es que los diputados de Tabasco de nuevo la volvieron a hacer, otra vez se exhibieron penosamente como un rebaño sumiso, como un hatajo de personas sin libertad a pensar y a expresarse, sin oportunidad de dejar su huella, su paso por el otrora “honorable” Congreso del estado.
¿Para qué le sirven a la población diputados descaradamente al servicio del gobernador y no del pueblo?, esa es la gran pregunta que debe hacerse la sociedad.
¿Para que los queremos como farsantes de la democracia?, pues su real función es la de velar por el bien común, la de promulgar leyes y reformas en beneficio de la pluralidad, de la colectividad y no estar pensando sólo en su partido y en las próximas elecciones.
¿Para qué sirve ser político, llegar a los cargos públicos, al Congreso del estado incluso, si son uno más de ese montón que pasa sin pena ni gloria, que los manejan como títeres, sin oportunidad de mostrar sus ideas, su capacidad como político, ni aportar su talento y sus convicciones?, esta pregunta se le deben hacer los adictos a la política.
Por su parte, el gobernador Adán Augusto, antes de promover una iniciativa elaborada sobre las rodillas, hecha al vapor en sus oficinas sin consultar a nadie, debería tomar en cuenta por un momento su sentido de trascendencia, si es que la tiene ¿Acaso piensa ser como el tamo que arrebata el viento?
Hoy aún está a tiempo de reflexionar, de meditar sobre la forma en la que quiere pasar a la historia. Y es que escuchar el sentir del pueblo, analizar, atender otras opiniones, incluso rectificar no es un pecado en política, por el contrario es una herramienta y un buen ejercicio del bien gobernar.
De ningún modo deberá tomarse como intromisión, irrespeto o impertinencia de las voces en contra, que demerite su papel de gobernador. Las críticas y las advertencias no todas son de mala fe, o con el afán de ridiculizar o perjudicar a los gobernantes.
Por supuesto, me estoy refiriendo al tema de la reforma a la Ley Orgánica de los Municipios, recién aprobada por la mayoría de Morena en la 63 Legislatura local, cuya acción a todas luces es en reversa de nuestra incipiente democracia.
La realidad de esta equivocada política está ahí frente a nuestros ojos, pues la cantidad de voces que se han expresado no pueden estar erradas: los han hecho los delegados y ex delegados y gente de las colonias, afectados directamente. Son una inmensa mayoría sobre las pocas que, tibiamente, sin argumentos sólidos, aprueban la reforma.
A estas voces se han sumado la de abogados especialistas en el tema, políticos y dirigentes de todos los partidos y, ayer dio su punto de vista el ex gobernador Manuel Andrade Díaz, en un video de poco más de 10 minutos con argumentos de peso que deberían ser escuchados por las autoridades y los legisladores.
El ex mandatario afirmó que la reforma viola derechos humanos y varios artículos de la Constitución federal y local, lo mismo que tratados internacionales, por lo que estima que legalmente puede ser combatida.
Nos sumamos a esas voces, porque cortarle su libertad de elegir al pueblo a sus representantes, es volver al pasado, puede ser el preludio de regresar a tiempos idos, superados, como aquella terrible época de los hacendados, de los generales y de los cuartelazos.
Y es que en este sexenio sólo dejan sinsabores las reformas aprobadas por la cuarta transformación en el Congreso del estado. Para nada son optimistas.
Anote usted: La “ley compadre”, fue la primera con la que la obra pública dejó de licitarse y hoy se entrega de manera directa a los amigos del mandatario y, al empresario Manuel Santandreu, compadre del gobernador.
La “ley garrote” una reforma aprobada con el insano propósito de macanear las manifestaciones, a los hermanos tabasqueños que se atrevan a protestar en contra del gobierno. Esto es, en Tabasco están prohibidas las movilizaciones so pena de enfrentar la furia del jefe de la policía Hernán Bermúdez Requena y sus muchachos.
Y ahora nos mandan la “ley bozal” a fin de imponer en esos cargos a los amigos de los presidentes municipales que, obviamente, no podrán reclamarle a sus jefes las acciones de gobiernos que dejen de hacerse en las colonias, comunidades, villas y ejidos.
Ahí se las dejo.