Franja Sur
Fueron 6.6 millones de mexicanos los que acudieron a votar en la consulta popular del domingo de un padrón de más de 90 millones de personas, por lo que el porcentaje alcanzó el 7 por ciento, esto es, un abstencionismo altísimo.
Mas para el presidente López Obrador y para el Instituto Nacional Electoral la consulta resultó un éxito. En Tabasco, la votación alcanzó apenas el 11.26 por ciento.
Por supuesto, estos números contrastan sobremanera si los comparamos con las cifras de las elecciones del pasado 6 de junio, pues está claro que el pueblo de México mostró su indiferencia hacia el ejercicio con el que se pretendía juzgar a los ex presidentes de México.
La amplísima mayoría de la población demostró ante los ojos del mundo que no le interesaron en lo más mínimo los casos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
No obstante, el régimen logró en parte su propósito de encausar al país hacia la democracia participativa.
Cuando López Obrador refiere que la consulta ha sido un éxito, es en el sentido de que dio el primer paso para que en los años venideros se consolide este sistema de democracia participativa en México.
Por eso, cuando en Puerto Vallarta en su mañanera le preguntaron –¿Considera que fue un fracaso?-, respondió.
–¿Cuándo va a fracasar la democracia? Nunca. La democracia no fracasa, es el mejor sistema de gobierno y el mejor sistema de vida. En vez de un fracaso, la democracia es la alternativa, es el camino a seguir.
Si analizamos a fondo el propósito del presidente, se puede decir que él ya cumplió con idear, proponer y llevar al camino de la realidad las consultas en México.
Claro que hubo irregularidades de parte del INE, como ocurre en cada proceso electoral, pero, por supuesto, todo es perfectible.
Ahora bien, baste resaltar que a este proyecto impulsado por el presidente le falló su partido ante la falta de liderazgo de Mario Delgado, quien solo gana elecciones cuando hay dinero del presupuesto de por medio.
También le dieron la espalda los beneficiarios de los programas sociales en el país, quienes no se mueven a las urnas cuando no hay dinero extra, una práctica que ya es un vicio en Tabasco, por citar un ejemplo.
De este modo, si la llamada consulta popular la situamos en el campo de los numeros fríos, esto es, en el terrenos de los porcentajes de votacion, por supuesto que fracasó.