Carta Abierta
A fines de marzo podría votarse la revocación de mandato para decidir si el presidente se va o se queda hasta el término de su periodo constitucional. Será, sin duda, una prueba de fuego, tanto para Obrador como para la oposición. No obstante, este ejercicio ciudadano podría truncarse por diversas razones, según exponen analistas nacionales.
Por lo pronto, y luego de la poca participación en la consulta popular del domingo 1 de agosto, el tabasqueño retó a los opositores de su administración a que se agrupen e intenten convencer a los ciudadanos para que voten en marzo próximo en la revocación de mandato a favor de que deje su cargo.
De acuerdo con la legislación en materia de consulta popular y revocación de mandato, durante los tres meses siguientes al término del tercer año del gobierno del presidente, se puede pedir la revocación del mandatario en turno, por lo que en marzo próximo se consultará a los ciudadanos si el presidente López Obrador permanece o deja el cargo.
En este sentido, AMLO destaca la oportunidad que tienen los ciudadanos de decidir si un presidente permanece o no. El mandatario federal recuerda que aunque sus opositores querían quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados en las elecciones del pasado 6 de junio, “no pudieron”.
En la mañanera, el llamado lo dirigió a los “retrógradas, corruptos, clasistas y racistas” para unirse y convocar a a votar para que presente su renuncia. En opinión de Obrador, este “bloque conservador” está conformado de políticos, corruptos, medios de información y sectores retrógradas.
Sin embargo, no todo está tan claro en cuanto a su realización a fines de marzo. El columnista Javier Tejado Dondé, de El Universal, apuesta a que este ejercicio de consulta finalmente se vendrá abajo. Y expone sus razones:
“Afectaría a la puntera presidencial de Morena. Hasta hoy, los números no favorecen a Morena en la Ciudad de México. Tan sólo en las pasadas elecciones para las alcaldías, la oposición sumada tuvo 13.5% más votos que el bloque de Morena-PT-PV. Y, dado que no hay acciones para recuperar el voto de la clase media en la CDMX, además de que los casos de Covid-19 van en rápido ascenso, con todo lo que ello implica, los números en la capital no pintan bien para el presidente ni para Morena.
Si se perdiera la CDMX en la consulta, sería la segunda derrota electoral para la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con la consecuencia adicional de que, esta vez, el perdedor sería su jefe moral, el presidente. Así que, difícilmente la 4T va a exponer a Sheinbaum, menos ahora que las encuestas marcan que a nivel nacional es la mejor posicionada para buscar la candidatura de Morena y ya ni comentar el aprecio que públicamente le manifiesta AMLO.
(…) Morena va a la baja en votaciones. El ejercicio de gobierno desgasta, efecto que es mayor cuando llegamos a una tercera ola de contagios de Covid y el número total de afectados es difícil de calcular. Pero es probable que su impacto perdure meses. De hecho, en todas las entidades que el bloque oficial de Morena ganó para gobernador, cayó dramáticamente su voto contra los números de antier: en Guerrero bajó 58%, en Baja California 75%, en Nayarit 86% y en Zacatecas 88%, sólo por mencionar unos ejemplos. ¿Va a poder Morena sostener sus votaciones?
Aunque perdiera el presidente, no se le puede aplicar la ley retroactivamente. López Obrador ganó una elección para ser gobernante por seis años. Esta tuvo lugar en 2018. Posteriormente, en 2019 se aprobó en la Constitución la consulta revocatoria, por lo que no se le puede aplicar una norma que no existía cuando ganó la presidencial. Se le podrá aplicar al presidente que se elija en 2024. No se puede aplicar retroactivamente ninguna ley en perjuicio de nadie. De hecho, aquí en México, ya el TEPJF emitió un criterio al respecto, el SUP-JDC 134/2019.
Y es que el PRI trató de llevar a cabo una consulta en Chihuahua, en 2019, para revocarle el mandato al gobernador Javier Corral, y los magistrados señalaron justo que no se podía aplicar retroactivamente. ¿Hace sentido gastar en una consulta que no tiene efectos jurídicos?”. Hasta aquí parte del análisis del columnista de El Universal.
A pesar de todo, la situación luce favorable al huésped de Palacio Nacional. Una encuesta publicada el martes por el diario El Financiero revela que el 59 por ciento de los mexicanos votaría a favor de que el presidente de México continúe en el cargo.
La cifra registrada en julio es mayor al 54 por ciento registrado en junio pasado. Por el contrario, el 37 por ciento votaría porque AMLO deje su cargo, cifra menor al 41 por ciento que indicó lo mismo el mes pasado.
En medio de todo esto, la revocación no está tan segura como parece. ¿Apuestas?