De Primera Mano

A pesar de que la cifra de contagios en esta tercera ola de la pandemia se ha duplicado en relación con el pico más alto del año pasado, Tabasco continuará en semáforo naranja y los tabasqueños mantendrán su estilo de vida «normal» entre fiestas y béisbol.

En julio de 2020 el mayor número de infecciones en un día fue de 497 y los hospitales estaban a reventar. Ayer se esperaban poco más de mil contagios (esta columna se redacta mucho antes de que las autoridades den a conocer su estadística diaria).

Esto es, en la nueva realidad del coronavirus hoy se enferman el doble de tabasqueños que el año pasado.

La diferencia es que esta vez no se tiene una alta incidencia de muertes. La vacunación ha dado resultado, ya que, según el subsecretario federal de Salud, Hugo López-Gatell, el 97 por ciento de los mexicanos que se encuentran hospitalizados actualmente, no se ha inoculado.

A juzgar por el repunte en Tabasco, que se presenta en una mayor proporción que la media nacional, los chocos no le tienen miedo al virus que vino de China.

Ahora mismo un nutrido grupo de tabasqueños se encuentra en Puebla celebrando el triunfo del equipo local de béisbol «Olmecas de Tabasco». Gran foco de contagio. La mexicana alegría inhibe cualquier sana distancia.

Se trata de jóvenes que viajaron a apoyar a su equipo, lo cual no tendría nada de raro, pero si no estuviéramos en contingencia sanitaria.

Esto hace entender que dos terceras partes de los enfermos de Covid que están hospitalizados sean jóvenes. Ahora se invirtieron los papeles: son adultos mayores los que deambulan en hospitales esperando información de sus hijos internados.

En Tabasco, ni en el país, se van a detener las actividades productivas para contener la enfermedad. Hacerlo significaría desangrar más el bolsillo de los que menos tienen.

Lo que queda por esperar es que de manera natural la pandemia retome el cauce de la normalidad. La población, por más medidas restrictivas que le impongan, no volverá a confinarse.

En taxis, en centros de reunión, con amigos en la casa misma, se escucha decir que los ciudadanos prefieren morir que encerrarse de nuevo.

«Si de algo me tengo que morir», le dice un taxista al reportero tras una disertación del porqué no se ha vacunado ni piensa hacerlo.

Como remate de esta columna debe subrayarse que en los últimos días la titular del ramo, Silvia Roldán, y su equipo de prensa, han desplegado una gran campaña informativa para intentar que los ciudadanos hagan conciencia de que estamos ante un grave riesgo por el SARS-CoV 2.

En descargo de la turba de tabasqueños que andan en la tierra del camote de fiesta con el rey de los deportes, debe mencionarse que se trata de un fenómeno mundial.

Ahí están los tumultos de los franceses dándole la bienvenida al crack argentino del fútbol, Lionel Messi.

La gente no cree en el Covid, hasta que no lo ve…

PARA SU INFORMACIÓN…

USTED NO LO va a creer, pero los priístas ya andan diciendo que Morena va a perder la Presidencia y la gubernatura de Tabasco. Según ese análisis insustancial, hay una creciente inconformidad ciudadana con el partido vinotinto. Más que un tema de prospectiva, parece un análisis hecho con las vísceras. Por cierto, los priístas que así piensan son los que se quedaron esperando acomodo en la 4T.

Por Rodulfo Reyes

Rodulfo Reyes Aguilar ha sido corresponsal en Tabasco de los diarios El Financiero, La Crónica de Hoy y El Heraldo de México, también ha publicado reportajes en El Universal y Excélsior, además de las revistas Impacto y Ámbar, así como en el semanario Punto. Ha sido director local del diario regional Por Esto! Actualmente publica una columna en el diario El Heraldo de Tabasco y es corresponsal de Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano.