CARTA ABIERTA
El boquete financiero de seis mil 500 millones de pesos dejado por el Gobierno perredista de Arturo Núñez ha obligado a la actual administración a pedir un empréstito que estará entre los 600 millones y los mil 500 millones. La solicitud del crédito es preventiva, con vigencia de dieciocho meses para utilizarse.
En caso de que la Administración Estatal requiera de esos recursos, se destinarán a la compra de dos tomógrafos y para un programa de desazolve urgente en los arroyos y drenes que atraviesan Villahermosa a fin de evitar inundaciones. El dinero fresco también se usará en mejorar la seguridad pública y en los trabajos de la Fiscalía, del Tribunal Superior de Justicia y en nuevo equipamiento médico del sistema de salud pública.
Según el mandatario estatal, este empréstito a largo plazo no afectará las finanzas estatales. Es decir, sigue en pie el objetivo de reducir la deuda pública en mil millones de pesos al final del gobierno morenista. A todo ello se ha visto obligado el actual régimen luego de haber recibido de la administración de Arturo Núñez, dicho por el propio Adán Augusto, una deuda pública de 6 mil 591 millones de pesos.
El desempeño de los secretarios de Finanzas y de Administración, Said Arminio Mena Oropeza y Oscar Trinidad Palomera Cano, centrado en la aplicación de una política de “austeridad, transparencia, buen ejercicio del presupuesto y pagos puntuales de los créditos generados en sexenios pasados”, ha permitido bajar ese pasivo a cinco mil 950 millones, es decir, 600 millones de deuda menos.
Hay un detalle importante: el empréstito se ha tomado con carácter preventivo y sólo se usará en caso de ser necesario para apuntalar los programas citados. El objetivo es respaldar parte de la respuesta de las autoridades a la crisis económica y social desencadenada por la pandemia del COVID-19.
El préstamo está relacionado con acciones de política pública que forman parte del financiamiento general. Hasta donde se sabe, este crédito no es adicional al techo de endeudamiento aprobado por el Congreso y se ubica dentro de los límites de deuda autorizados para el gobierno estatal en la Ley de Ingresos 2021.
No es la primera vez que el Gobierno de Tabasco solicita un préstamo. A fines de los años de 2019 y 2020 pidió dos mil 500 millones de pesos para pagar los sueldos y prestaciones de los trabajadores al servicio del Estado. De acuerdo a informes internos de la Secretaría de Finanzas, ambos créditos ya fueron pagados en su totalidad o casi en su totalidad.
De acuerdo a las cifras oficiales manejadas por Mena Oropeza, en ninguno de los dos casos creció la deuda pública lo que es, sin duda, una noticia alentadora para las finanzas públicas. Si bien muchos se han escandalizado, otra vez, por el nuevo empréstito, los datos confirman que todos estos se han manejado con mucho de responsabilidad presupuestaria. No hay, pues, focos rojos a la vista en las arcas del Estado.
: MC ALISTA CAMBIO
El círculo cercano al dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich, y al líder moral de este partido, Dante Delgado, han confirmado la pronta renovación de la dirigencia estatal en Tabasco.
Si bien ningún miembro del Comité Ejecutivo Nacional ha querido ‘soltar prenda’, se sabe que será un referente importante de la política tabasqueña, con una trayectoria reconocida y con una buena imagen pública.
Lo más importante es que su próxima designación, que está a la vuelta de la esquina, se está logrando con el consenso de todas las partes, dejando en claro que lo más importante es la unidad del instituto naranja.
Con el cambio de dirigente, o dirigente, quedará atrás la desastrosa gestión de Juan Alonso Huerta, un ingeniero del norte del país que jamás entendió la política tabasqueña.
MC creció en la última elección a pesar de él y en contra de él, ya que lo suyo, lo suyo, fue dividir y confrontar a la militancia. Así de efímera fue su carrera política, dando por un hecho que su designación fue un grave error del CEN y así se ha reconocido por todos.