CARTA ABIERTA
Para el embajador de México en Uruguay, Víctor Manuel Barceló, no hay duda de que el presidente Obrador rendirá buenas cuentas este 1 de septiembre, en su Tercer Informe de Gobierno. El exgobernador de Tabasco asegura que el paisano enfrenta retos mayúsculos, pero a pesar de ello ya se observan cambios en el país.
En una charla informal vía telefónica, opina que entre los temas más importantes del Informe podrían estar el combate a la pandemia, las investigaciones sobre los casos de corrupción del pasado, la paulatina salida de la crisis económica generada por el Covid-19, los avances en seguridad pública y la regeneración de la vida pública nacional.
Barceló señala que esta percepción se basa en un análisis serio y responsable, no olvidando la caótica situación en que los pasados gobiernos dejaron a México, víctima de un descomunal saqueo y con una enorme desigualdad social que ensanchó como nunca la brecha entre ricos y pobres.
Expone que México no ha sido la excepción en los graves daños que la COVID-19 ha provocado en la economía mundial, ya que al igual que la mayoría de los países del mundo enfrenta una crisis económica sin precedentes que ahora vive una nueva etapa de alerta con la variante Delta. El diplomático tabasqueño es optimista y piensa que la pandemia dejará un sistema de salud fortalecido en México.
Señala que el presidente ha enfrentado la crisis pandémica sin endeudar más al país y con una recuperación económica en marcha, con una previsión de crecimiento del PIB en parámetros del 6%. Dice que, a diferencia de los últimos presidentes, el Gobierno de México ha apoyado a la gente “de abajo” en vez de los grandes empresarios. Prueba de ello es que siete de cada 10 familias reciben algún beneficio gubernamental.
Respecto a los fuertes señalamientos opositores, en el sentido de no verse avances sustanciales en lo general, explica que un cambio de régimen necesita de cambios estructurales de fondo y estas modificaciones tardan varios años en reflejarse. No obstante, habla de transformaciones que no tendrán marcha atrás, como el apoyo directo a los más pobres, los programas sociales, el combate a los oligopolios farmacéuticos, la depuración de Pemex, el saneamiento de la vida pública, el combate a la corrupción y las grandes obras de infraestructura como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y el Tren Maya.
Acerca de los recientes cambios en el Gobierno estatal, platica que Tabasco está ante una oportunidad única de avanzar sin freno hacia un desarrollo sin parangón: “Que dos tabasqueños tengan en sus manos el destino del país no sólo honra a la entidad y los tabasqueños, sino que finca una real esperanza de que a Tabasco le vaya mejor que nunca antes en todos los aspectos: económico, político, social y cultural”.
Da su opinión sobre el nuevo gobernador, Carlos Manuel Merino. Dice conocerlo desde hace al menos treinta años, en los cuales ha sabido de su visión humanista de la política. Tiene un talante sui generis que lo hace empático con los ciudadanos de a pie”.
Se muestra convencido de que el nombramiento de Merino como nuevo gobernador fue la mejor decisión, así como el llamado de Adán Augusto a la Secretaría de Gobernación.
Hasta aquí llega la breve charla tenida con el embajador de México en Uruguay, un país al que le guarda especial afecto pues sus dos hijas fueron bautizadas allí, cuando estaba en una misión diplomática. Desde luego, nunca olvida el sabor del pozol tabasqueño… sin azúcar y acompañado de un dulce de coco.