Franja Sur
En el horizonte de las especulaciones sólo se distinguen dos razones para haber realizado de manera súbita el cambio en la Secretaría de Gobernación, cuya decisión presidencial tomó desprevenido a los principales actores en la mudanza de estafeta.
Olga Sánchez Cordero, la titular en las oficinas del Palacio de Cobián hasta ese momento, fue sacada de un encuentro que presidía en Los Pinos. Mientras que al gobernador tabasqueño, Adán Augusto, el llamado desde Palacio Nacional lo sorprendió haciendo el trámite para recoger una licencia de manejo en la Ciudad de México. Al menos eso dijeron.
Como se sabe, el presidente López Obrador tiene como primicia de su gobierno llevar el bastón del protagonismo nacional. Por eso se inventó la mañanera para desde ahí imponer la agenda política un día sí y otro también.
Pero en recientes fechas, al menos durante tres días, el panista Ricardo Anaya logró instalar al mandatario federal en el banquillo de los contestatarios, pues le tocó al ex candidato presidencial, si, colocar la agenda.
Precisamente, Anaya estaba en los cuernos de la luna en los medios nacionales e internacionales, cuando el huésped de Palacio Nacional se sacó de la manga el cambio en la Secretaría de Gobernación y, de inmediato le quitó los reflectores al opositor, para que las luminarias volvieran a sus aposentos.
Ese pudo ser un poderoso motivo para apresurar el cambio de Adán Augusto por Olga Sánchez Cordero. Y, la verdad, la verdad, le dio resultado, aunque para ello se haya manoseado de manera abrupta y burda la Constitución Política de Tabasco.
Si, las modificaciones realizadas al texto constitucional fueron para beneficiar directamente al nuevo Secretario de Gobernación, en el entendido que en cualquier momento, sin fecha definida, en el momento que se le antoje, máxime si el proyecto que trae entre manos les falla, pueda regresar a su hacienda, a su rancho a seguir pastoreando borregos.
Bien. El otro motivo de lo apresurado con que se dio el cambio en el segundo puesto más importante en la estructura del gobierno de la república, puede tener relación con la revocación de mandato a realizarse el próximo año.
Lo consignamos en la columna hermana Paseo Dominical, donde opinamos que desde el centro del país corren las la prisa en el seno del equipo del presidente López Obrador por armar una estructura que le garantice el triunfo, tomando en cuenta el escenario adverso del 6 de junio pasado, que le hizo perder la mayoría calificada en la Cámara de Diputados federal.
Por eso la decisión de llevarse al notario público, pues se dice en los pasillos de Palacio Nacional que se necesitan operadores “que le sepan al trabajo” de llevar a las urnas a esa gente que es carne de cañón y se le puede manipular.
Estas, pues, pueden haber sido las razones de peso para tomar una decisión urgida, aunque la primera de ella es la más acorde, ante el odio encendido hacia el panista Ricardo Anaya, quien debido a una estrategia errática desde el seno del mando presidencial, desde ya se montó en la ola de la sucesión presidencial de 2024.
Ahí se las dejo.
La botica
1.- Precisamente hoy Ricardo Anaya volvió a difundir un video en el que afirma que no se va a callar y que continuará criticando las decisiones que tome el gobierno federal cuando afecten a la población. En ese sentido, manifestó que son chafas las estrategias de la SEP y no alcanzan para el regreso a clases en todo el país de manera presencial, al considerar que se hizo «al aventón». Sin embargo, esta vez no tuvo la resonancia de otros días porque hoy la nota es el acto oficial que se llevó a cabo temprano en la Secretaría de Gobernación.