¡Buen martes!

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Desde hace décadas, la transición del gobierno en Tabasco convertida en interinato o sustitución implicaba un cambio de grupo político en el poder.

Cuando un gobernador dejaba el cargo antes de concluir su sexenio por diversas circunstancias, su relevo representaba un viraje, un cambio de timón. De hecho, se generaba un rompimiento y entraba a gobernar otro grupo.

En 1987, Enrique González Pedrero dejó como encargado del despacho (y luego como sustituto) a su secretario de Gobierno, José María Peralta. Terminaron distanciados. Chema, por ejemplo, era muy cercano a Salvador Neme y ello disgustó a don Enrique.
Peralta se quedó como sustituto en la gubernatura y no como interno, y esa calidad le impidió a González Pedrero asumir de nueva cuenta la gubernatura en 1988 cuando quiso regresar después de su participación en la campaña de Carlos Salinas.

Tres años más tarde, Salvador Neme salió del gobierno de manera abrupta y dio paso a otro grupo político, el de Manuel Gurría y con ello todo cambió en Tabasco. Los colaboradores de Neme fueron perseguidos y hasta encarcelados.
Entre Neme y Gurría, amigos de años, quizá hasta compadres casados con primas hermanas, hubo rompimiento personal y familiar.

En 1999, Roberto Madrazo dejó a Víctor Manuel Barceló quien respaldó la candidatura de Arturo Núñez. Barceló enfrentó una rebelión de secretarios encabezada por Graciela Trujillo y Manuel Andrade desde el congreso local. Otra ruptura.

A su regreso al gobierno, Madrazo concluyó su sexenio y dio paso a un interino, Enrique Priego, de un grupo político diferente al madracismo.

La llegada de Carlos Manuel Merino como gobernador interino de Tabasco, en sustitución de Adán Augusto López, acaba la regla del distanciamiento, de la ruptura.

No tiene sombra de duda el secretario de Gobernación de la lealtad de su amigo de infancia.

Los dos primeros nombramientos en el gabinete hablan de la ruta de la continuidad. Guillermo del Rivero, secretario de Gobierno, y Carlos Iñiguez, titular de Administración.

Por lo menos en esta ocasión no se repetirá la historia de antaño.

Merino no se distanciará del secretario de Gobernación quien ejerce absoluto poder en la política tabasqueña.
Ah, y por si poco fuera, es hermano del presidente.

Por Luis Antonio Vidal

Columnista en Tabasco Hoy, comentarista en radio, presidente de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP).