De Primera Mano
En apenas un par de semanas dos tabasqueños dominan la conversación pública de México: el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, son materia prima de la llamada prensa política de México.
El de Macuspana con sus mañaneras diarias busca imponer o, al menos, trata de dominar la agenda diaria, mientras que desde hace 15 días el gobernador de Tabasco con licencia es figura central en las más diversas conjeturas en torno a su llegada al Palacio de Cobián en sustitución de Olga Sánchez Cordero, quien regresó al Senado tras su paso sin pena ni gloria en la dependencia.
Aunque sea por la naturaleza de su cargo, el responsable de la política interna se mantiene en las notas y columnas sobre la marcha del país.
No es que Adán Augusto esté atrayendo las miradas solo por ser paisano y allegado del mandatario mexicano: en la Ciudad de México abundan los tabasqueños, sobre todo jóvenes, y en cargos de alto nivel se encuentran los coterráneos Octavio Romero Oropeza y Javier May Rodríguez, director general de Pemex y secretario de Bienestar, respectivamente.
También cercanos al movimiento de López Obrador, Octavio y Javier, sin embargo, no han logrado ubicarse como actores destacados en el gabinete legal y ampliado; más bien han jugado un papel discreto.
En cambio, Adán Augusto llegó rompiendo plaza: desde que lo mencionara como prospecto para integrarse a su equipo, AMLO solo ha tenido palabras de reconocimiento para él.
Pero lo abundante de los comentarios en la ‘mass-media’ capitalina tiene un origen más allá de la cartera asentada en Bucareli: los principales analistas del país ven en el tabasqueño al «tapado» de AMLO, al delfín que se está preparando en caso de que no prendan las campañas de la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y el canciller Marcelo Ebrard.
“Plan B”, “candidato sustituto”, entre otros “títulos” le han endilgado los principales columnistas del país a López Hernández.
Podría afirmarse sin temor a errar que desde el momento mismo que fue nombrado en lugar de Sánchez Cordero, Adán Augusto pasó a convertirse en “el tercer pasajero” de la sucesión presidencial en marcha, entrando de lleno a pilotar la nave con Sheinbaum y Ebrard.
Lo cierto es que, además de lidiar con los temas de la política nacional que le ha encomendado su jefe, amigo y paisano, el titular de la Segob también debe construir su propia agenda si en verdad quiere crecer en el imaginario como la carta número tres del presidente para la próxima contienda por Palacio Nacional.
Seguramente López Hernández es el segundo tabasqueño más ocupado de México, y en estos momentos debe afanarse por la gobernabilidad del país, pero también por armar el equipo local que lo acompañará en la metrópoli.
PARA SU INFORMACIÓN…
EN UN AMBIENTE de civilidad quedaron instaladas antier las fracciones parlamentarias y la Junta de Coordinación Política de la LXIV Legislatura de Tabasco, la cual quedó a cargo de Jaime Lastras Bastar (Morena). Los coordinadores parlamentarios de los otros partidos son: Héctor Peralta Grappín (PRD), Soraya Pérez Mungía (PRI), Miguel Armando Vélez (PVEM) y Casilda Ruiz (MC). Como presidente de la Mesa Directiva fue nombrado el morenista Emilio Contreras Martínez de Escobar. Si bien el vinotinto es mayoría, las fuerzas parecen niveladas en lo que hace a experiencia política. Se espera mucho de este Congreso local.