(TOMADO DE LA REVISTA PORTADA EMPRESARIAL)
Con la reconstrucción que recién concluyó la Comisión Nacional de Agua (Conagua) a los bordos de protección a inundaciones de los municipios Centro, Cunduacán, Macuspana y Jonuta, habitantes de esas zonas manifestaron sentirse ahora protegidos en caso de suscitarse otra temporada de lluvias intensas como la registrada en el 2020.
Los bordos fueron resarcidos, a partir del reclamo hecho por la Conagua a la compañía aseguradora que garantizó su construcción, desde que fueron levantados a raíz de la inundación del 2017 y otros, desde años antes.
Ignacio Méndez Pech, residente de obra de la Conagua, explica que a partir de datos históricos sobre la frecuencia de tormentas y grandes crecientes, se establecen las especificaciones de altura de los bordos, como de su tiempo de vida que en el caso de Tabasco, refiere, es de 50 años.
Sin embargo, al haberse registrado una creciente del río Grijalva con un nivel extraordinario, históricamente hablando, se superó esa expectativa de garantía.
“Actualmente, se han presentado fenómenos muy extraordinarios, es la palabra, pero más con menos tiempo de retorno, nos explican los científicos que el cambio climático está provocando que no se vean todos los tiempos de retorno que se habían observado históricamente”, explicó.
En un recorrido por las obras, Méndez Pech destaca que el bordo reparado más extenso es de 4.6 kilómetros y está situado en la zona de El Monal, en Gaviotas Sur, donde ante los embates de la creciente del río Grijalva registrada en el año 2020, el agua rebasó ese perímetro de protección y en algunos otros puntos, ocasionó deslaves, de tal forma que entró libre hasta inundar con más de tres metros las viviendas.
“En este bordo se fueron restaurando más que nada los taludes, la parte inclinada del bordo que se fue erosionando con el golpe de la corriente y de las aguas, lo que fue provocando se debilitaran en algunas partes», refirió el funcionario.
Añadió que en esta parte no rebasó el agua, la corona del bordo, «pero lo dañó considerablemente.
Actualmente, están rehabilitados 4.6 km en este tramo que hemos denominado el bordo El Monal”.
Ahí, Francisco Pascual González, uno de los habitantes del fraccionamiento, recuerda aquella inundación que rebasó el bordo y cómo le siniestró su vivienda, al igual que otras decenas de familias.
«Ya en la última inundación se fueron como nueve hiladas de block en cada vivienda.
Otras viviendas se quedaron debajo del agua y otras no», recordó el vecino de esa populosa colonia.
Con la reciente reconstrucción del bordo, don Pascual reconoce que siente mayor seguridad, ante cualquier otra posible creciente.
«Ahora sí ya está uno más seguro, porque ya remodelaron el camellón», comentó.
A esta zona recién reparada, se le suma otro tramo más conocido como el bordo de El Cedral, que comprende 2.1 kilómetros y es colindante con la colonia Las Gaviotas.
En ese punto, el ingeniero de la Conagua detalla que fue tal la fuerza de la creciente que entró por los canales de El Censo y Sabanilla, que hubo tramos que se rompieron.
“Tenemos un punto, aquí donde se presentó una falla total. El bordo colapsó, porque se quedó sin sustentación, las corrientes y las presiones que están en el subsuelo hicieron que no tuviera el bordo en que apoyarse y falló completamente en este tramo, de 120 m de longitud. Entró el agua con toda su potencia y fue uno de los puntos principales, si no el principal, que inundó a la zona de Gaviotas Sur», explicó.
Ahora ese bordo está totalmente reparado, reportó el funcionario de la Conagua.
Sobre la carretera Villahermosa- Macuspana, se localiza a la altura del kilómetro 10, el bordo Aeropuerto, que protege a las comunidades de Dos Montes y Golfo Pérsico, el cual fue recién reconstruido.
El residente de obra de la Conagua, Ignacio Méndez, refiere que en este tramo también hubo un deslave, por lo que la tarea fue reforzar casi todo el tramo con grava de revestimiento.
“Hubo deslizamiento de la parte del talud, todo eso se repuso, se quitó todo el material contaminado y se repuso con arcilla, con un material de banco que es impermeable, mismo que se compactó de acuerdo a la especificación de la Conagua, con grava de revestimiento», indicó.
Otro tramo más que fue reparado por la Conagua, es el que se localiza en Macuspana, sobre el cauce del Puxcatán, en la colonia El Castaño, donde cientos de personas resultaron damnificadas al desbordarse ese río.
En esa colonia, el ingeniero Méndez Pech precisa que las creciente registrada con un récord extraordinario, rebasó el bordo y lo erosionó, por lo que fueron 220 metros los reconstruidos, además de reubicarse la descarga de aguas residuales, con más altura.
“Aquí el agua pasó por encima del nivel del bordo, a pesar de qué se puso una costalera, hizo un daño catastrófico a toda la colonia.
Se hizo un levantamiento de 220 metros lineales del bordo, que fue la parte que salió afectada, porque todavía continúa hacia delante un poco el bordo, también se limpió porque tenía muchísima basura”, aseveró.
Angélica Cornelio, quien resultó damnificada por el desbordamiento del Puxcatán, dice estar segura que una inundación como la de noviembre del 2020, no se había registrado en al menos 50 años, por lo que reconoce la fuerza del agua que irrumpió el bordo e inundó la colonia.
«Después de 50 años que nosotros llevamos viviendo aquí, es la primera vez que sucede un percance así, en que el río se haya desbordado. Jamás habíamos nosotros vivido una situación así y para nosotros fue muy preocupante, muy desesperante», manifestó.
A diez meses de esa inundación, Doña Angélica reconoce que el bordo rehabilitado le permitirá a los colonos – según sus palabras- que estén resguardados con un poco más de seguridad.
“Sí va a resguardar un poquito más ese muro de contención, relleno, a como se le llame, pues sí ya es un poquito más poquito más de seguridad”, consideró.