Tiempo de Política

Ningún otro tema divide y dividirá por siempre a la sociedad mundial como el aborto y su legalización. Para las y los opositores, religiosos o no, es un asesinato quitarle la vida a un feto sean los días de concebido que fueren. Para quienes lo aprueban es un derecho de cada mujer y le llaman “interrupción del embarazo”. Es un conflicto entre jurídico y moral eterno, insalvable.
Para los opositores radicales no importa que el feto tenga alguna malformación, enfermedad crónica, haya sido producto de una violación y/ ponga en riesgo la vida de la madre. El feto debe nacer y punto.
Para los moderados esos motivos son causa aceptable para que se practique un aborto determinado, con toda la asistencia del sector salud público.
Para quienes lo aprueban, además de esas razones está la decisión propia de cada mujer a decidir tener o no a su bebé.
Tres visiones irreconciliables.
El pasado 7 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de México despenalizó el aborto tras aprobar por unanimidad el proyecto que deroga los artículos 196 y 198 del Código Penal de Coahuila. Esto significa que ya no se puede encarcelar a las mujeres que decidan abortar en la entidad y al crearse lo que los abogados llaman jurisprudencia, un antecedente jurídico, el resolutivo aplica para todo el país.
De acuerdo con lo dicho por el presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, “a partir de ahora no se podrá procesar a mujer alguna que aborte en los supuestos considerados por este tribunal”. Se trata, añadió, de una “nueva ruta de libertad, claridad, dignidad y respeto y un gran paso en la lucha histórica por la igualdad y el ejercicio de sus derechos”.
La justicia mexicana abre así un camino expedito para la interrupción voluntaria del embarazo, una práctica muy desigual en todo el país, donde solo cuatro Estados de los 32 han legislado una ley de plazos. En el resto se manejan con normas restrictivas que apenas contemplan los riesgos para la madre, las malformaciones del feto y los casos de violación como causas no punibles para abortar. Y no siempre se cumplen.
Por ello, ayer con motivo del Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro, en los estados como Tabasco donde aún no se han homologado la legislación respectiva, mujeres marcharon y demandaron frente a la sede del Congreso local se apruebe en el estado.
Sin embargo, en Villahermosa, como en la Ciudad de México y en otras entidades del país, las manifestaciones fueron violentas, con pintas y destrozos al mobiliario urbano público.
Aquí incluso las féminas encapuchadas agredieron a compañeros reporteros por cumplir con su trabajo configurando jurídicamente violencia de género, porque esa figura legal es válida cuando se comete de un sexo contra otro, no es exclusiva del hombre contra la mujer.
Irónica y contradictoriamente las furibundas féminas les espetaron “ignorantes” a los trabajadores de la prensa, entre los que se encontraban compañeras reporteras.

TIEMPO FUERA.- Que alguien les explique a estas damas encapuchadas que hay una gran diferencia entre el derecho a las libertades de manifestación y expresión, con el innecesario e injustificado libertinaje exhibicionista.

sfernandez@ddt.mx