CHAPALEO
POR SUPUESTO que Tabasco no es la excepción, pero por espacio de muchos años subsistió firme gracias al respaldo de cuatro polos de desarrollo económico y que no fueron precisamente la industria, el petróleo, el turismo ni las hoy grandes plazas comerciales, sino la fuerza que generaba la producción de sus fértiles campos.
UNO DE ellos fue la ganadería, actividad que no solo generaba riqueza al Estado, sino que dio origen a la construcción de la planta Frigorífico y Empacadora de Tabasco, en un intento por industrializar su propia producción de carne y leche y darle un valor agregado con el aprovechamiento de piel y huesos de cada res sacrificada.
FUERON AQUELLOS tiempos cuando en Tabasco hubo más cabezas de ganado que gente. Lástima que el manejo manual de esta actividad generó desperdicios, pellejos, olores nauseabundos pero seductores hasta convertirlo en un fiambre que atrajo moscas y llenó de ratones el local.
OTRO POLO de desarrollo fue la actividad cacaotera, un grano tan valioso que llegó a ser utilizado como dinero en efectivo, con el que se podía comprar, vender y hacer trueques, a grado tal que se dio el lujo de construir su propia planta Industrializadora de Cacao en Cárdenas y un edificio administrativo a orillas del malecón “Carlos A. Madrazo Becerra” aquí en la capital del Estado. Todo se ha perdido
LOS PRODUCTORES de coco alcanzaron volúmenes de producción tan elevados, que con sus ganancias construyeron su propia planta Oleaginosas del Sureste, en el área de la Zona Industrial de Villahermosa. Todo se ha perdido
Y QUE puedo decirles de la llamada época del “oro verde,” guineo en abundancia que, transportado en enormes barcos cargueros, como el “Yalton”, el “Carmen”, el “Ruiz Cano”, el “Clara Ramos”, el “Puxcatán” y tantos otros, dieron vida, en aquellos tiempos de bonanza agrícola, a las aguas de los ríos Usumacinta y Grijalva. aquí para el mundo.
¿QUÉ NOS pasó?
LOS QUE saben dicen que el plátano lo aniquiló la “Sigatoka Negra”; el cacao se lo acabó la “monialisis”; el coco, fue invadido por el “amarilamiento letal” y la actividad ganadera, fue invadida por una enorme plaga de roedores. Como dijera el “ya sabes quién”, “yo tengo otros datos”
NO TODO está perdido, hay productores del campo que aún confían en su gobierno, uno de ellos, el dirigente de la Asociación de Productores de Coco de Centla, Fernando Guerra, tiene esperanzas de que la nueva alcaldesa de ese municipio Lluvia Salas Pérez ponga los ojos en el campo e impulse la agricultura, ganadería, pesca, ya que ello abriría fuentes de empleo. ¡¡Buena sugerencia!!
HOY, TAL vez obligados por el desarrollo de un mundo globalizado, estamos canalizando los recursos económicos que nos llegan, en la construcción de ciudades modernas, distribuidores viales elegantes, malecones hermosos, nuevos puentes, parques lineales para un mundo de primera. Ojalá y nos dé tiempo de verlos algún día, aunque sea de lejitos. La esperanza, es lo único que nos queda.
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy, me voy no sin antes compartirles mi preocupación, cuando algún día llegue a Tabasco la riqueza petrolera solo los ricos podrán comer alimentos traídos del extranjero, porque a los pobres ya hasta la Maruchan y Nissin nos quitaron y que era para lo que únicamente nuestro sueldo nos alcanzaba