Franja Sur
Cuando no existe un proyecto de gobierno, un plan estructurado con acciones factibles para el desarrollo del estado, surgen de pronto las ocurrencias a fin de aparentar que se está gobernando, pero en realidad es todo lo contrario.
Tabasco agoniza, adolece de políticas públicas acordes a las necesidades que, urgen para sacar del atraso a este rincón del país, pero por la ausencia de planeación y gastos innecesarios se les acabó el dinero y recurrieron al préstamo, cuya acción, claro, adelgazará las finanzas del estado por los intereses que deben pagarse.
Y lo más inverosímil, ¿cómo se les puede ocurrir realizar una fiesta en casa, con invitados a los que mínimamente hay que pagarles alimentación y hospedaje, en momentos que no tienen dinero para cubrir las necesidades propias del hogar?
Eso precisamente es lo que está exhibiendo ante propios y extraños el gobierno interino de Carlos Merino, no hay dinero para obras y otras necesidades que le urgen al estado, pero sí para presumir una reunión de gobernadores del sureste.
La verdad, la verdad, esto ocurre porque se gobierna con decisiones al vapor, planes de ocurrencias que diseñan sobre las rodillas, sólo para aparentar y cubrir lo que no se está haciendo bien: gobernar con eficiencia.
En Tabasco, en las recientes semanas los tabasqueños solo hemos visto al nuevo Ejecutivo darse vuelo colocando en los cargos a sus amigos y a los amigos del ex gobernador Adán Augusto. Pero nada nuevo bajo el sol del infierno verde.
Recordemos pues palabras de Paco Taibo II, titular del Fondo de Cultura Económico del gobierno federal, quien ha criticado a Morena al referir que tiene a gente que sólo buscaba cargos políticos, a los buscadores de chamba, pero asegura que en las bases están los verdaderos morenistas, la militancia de izquierda.
Así, el llamando pomposamente Encuentro de Gobernadores y la Embajada de Estados Unido de América (para) el Desarrollo de la Región Sureste de México, debió hacerse en un estado con mejores condiciones económicas, como Chiapas o Yucatán, pero no, al “perro más flaco le caen las pulgas”.
El gobierno de Tabasco lo que debe hacer es preocuparse por dar resultados, por continuar obras que tienen tiradas o van a paso de tortuga como el caso de los distribuidores viales, voltear hacia los hospitales abandonados y dotarlos de medicamentos y equipos, porque las quejas en ese sentido cunden en las redes sociales. Dicen expertos también que en Tabasco actualmente no hay una hectárea de riego en el campo.
Y, para muestra de cómo anda esta administración, basta con un botón. En las dependencias de gobiernos, como nadie dice nada y como no hay oposición real en el estado, se están sirviendo con la cuchara grande en deterioro de Tabasco.
Los casos se multiplican en la mayoría de las oficinas del gobierno estatal, pero sólo citaremos un caso, con la promesa de ampliar el tema.
En deporte Tabasco ha caído penosamente a los últimos lugares en la tabla nacional, donde Nuevo León y el Estado de México son ejemplo a seguir. Nuestro deportistas arrastran las cobijas por obra y gracias de la dejadez del gobiernos que no apoyan esta rama que alejaría a los jovenes de las drogas y de las bandas delincuenciales. Lo ha dicho el presidente López Obrador hasta el hastío.
Y es que el Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco le ha importado un cacahuate al gobierno del estado al nombrar a gente sin la mínima capacidad para esa tarea. El tema es darles chamba a sus amigos o recomendados.
Primero mandaron a ese instituto a calentar silla a la improvisada Sheila Cadena, claro, no hubo resultados. Después enviaron al súper estelar comodín Miguel Contreras Verdugo, recomendado por un familiar, por supuesto, pasó de noche, y ahora para darle trabajo colocaron a la ex dipuatada Jessyca Mayo Aparicio, quien concluyó apenas su período legislativo.
Y no conforme con ello, están encaramando en el gobierno estatal a políticos que atacaron con saña, en el pasado y desde el PRI, al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, como es el caso de Juan Carlos Castillejos, vocero de la administración interina de Merino. Y Oscar Cantón en campaña. Nada, pues, que presumir. Ese es el penoso Tabasco que hoy se padece con la 4T.
Ahí se las dejo.