CARTA ABIERTA
Ante el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, empresarios de la Unión Americana, y mandatarios de seis estados del Sur-Sureste, el gobernador Carlos Manuel Merino advirtió que el desarrollo de la región representa un asunto inaplazable. Por ello urgió a avanzar hacia una agenda de justicia social que permita acabar con las asimetrías de la zona.
La reunión del miércoles fue una magnífica oportunidad para realizar acciones en conjunto a favor del sureste del país, sobre todo cuando se cuenta con el apoyo del presidente Obrador para generar progreso en esta región que estaba abandonada por la inversión del Gobierno Federal.
Merino pidió volver la vista a lo que es nuestra vocación: el campo, el mar y el turismo. Con el Tren Maya, que es la obra emblemática de la 4T, los estados de la región podrán transportar lo que producen.
En realidad, el Encuentro de Gobernadores de los Estados del Sureste y la embajada de los Estados Unidos de América, sirvió para definir estrategias, acciones y proyectos que deben, en teoría, impulsar el desarrollo de la región.
Merino ve con mucho entusiasmo que se pueda establecer una política de colaboración mutua con el Gobierno Federal y el Gobierno de Estados Unidos. Va por sumar esfuerzos para fortalecer la región.
Le asiste la razón porque el desarrollo representa un asunto inaplazable. Por ello es prioritario avanzar hacia una agenda de justicia social que permita acabar con las asimetrías de la zona.
“Tabasco y los estados de la región deben trabajar mucho para generar las condiciones de paz, orden, crecimiento económico y desarrollo sostenible que el Sur-Sureste demanda”, ha planteado el mandatario tabasqueño frente al canciller Marcelo Ebrard Casaubón y la secretaria de Economía del Gobierno de México, Tatiana Clouthier.
Desde luego, Merino destacó el nuevo impulso que Obrador está dando a esta zona olvidada y marginada por administraciones federales pasadas. Ha llamado a trabajar “sin cesar, con una sola voz y venciendo adversidades, para lograr el reconocimiento del sureste en la transformación de la vida pública nacional”.
Los ciudadanos aplauden este diálogo que fomenta la coordinación entre las entidades federativas y abona a la construcción de un México mejor, creando un canal bilateral de comunicación con los gobiernos del Sur-Sureste que no solo sea de buenos vecinos sino de desarrollo económico mutuo.
Tabasco es un punto natural de flujo migratorio ya que comparte con Guatemala 108 kilómetros en la frontera, por Balancán y Tenosique. Es la segunda entidad más elegida por los migrantes. Datos del Instituto Nacional de Migración revelan que este año el flujo migratorio se ha duplicado con respecto al pico histórico, con 50 mil 966 extranjeros en diez meses.
Por eso, el encuentro da expectativas de desarrollo en los pueblos por medio de políticas compartidas. Ahora falta que la iniciativa privada participe para detonar todas las áreas de oportunidades y lograr el desarrollo económico de los estados de Veracruz, Campeche, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo y Tabasco.
En este propósito será importante la apertura del gobierno de Estados Unidos para contribuir con acciones concretas e inmediatas. Por lo pronto, el gobernador Merino ha cumplido al sentar las bases para que estos objetivos se cumplan. Los próximos meses nos dirán si todo este esfuerzo conjunto ha valido la pena.