CHAPALEO
(55 años de actividad periodística en prensa, radio y TV)
EL “COMUNICADO” es escueto: “El PRI Tabasco informa que el C. Juan Molina Becerra no se encuentra registrado en el padrón oficial de afiliados al PRI. #FelizLunes”. No hubo un “es lamentable”, “no sé qué pasó” “lo siento” o un por lo menos “fue su decisión”. ¿Te vas?, que te vaya bien.
LA ARROGANCIA del líder estatal priista Dagoberto Lara Sedas hizo acto de presencia “es increíble que hasta quienes ni siquiera están afiliados al PRI, por hacerse notar ahora declaren que renuncian cuando tiene años que no están realmente en nuestras filas”
AHORA RESULTA que Juan Molina Becerra, que toda su vida fue priista, hoy, cuando decide retirarse para buscar nuevos horizontes, no aparece en el padrón oficial, ni en el inventario ni por lo menos en el “archivo muerto”. O séase que este personaje jamás fue militante activo. ¿Será que disfrutó de las mieles del poder y del dinero y jamás pagó sus cuotas? En el departamento administrativo deben estar sus recibos
PERO EL mismo Juan Molina Becerra, afirma: “Dejo atrás 46 años de afiliación, me afilié (al PRI) en 1975, como presidente estaba Federico Reyes Heroles y secretario general Enrique González Pedrero”. Ambos fallecidos, no pueden ser testigos.
LUIS FELIPE Graham Zapata, fue militante priista durante 25, hoy se fue por “las circunstancias internas partidistas que se perciben, la falta de comunicación y de inclusión con los militantes,”; también en este mes de octubre se fue Moisés Valenzuela Rodríguez, dice que por “definición personal y convicciones políticas”. Más claras esas posturas no las tienen ni las transparentes aguas de nuestro caudaloso río Grijalva a su paso frente a Villahermosa.
Y NO solo eso, la misma secretaria general del PRI-Tabasco Katia Ornelas Gil, que acaba de ser premiada con una diputación local, ya casi tiene un pie fuera de ese instituto político, ella dice que tomó esa decisión porque “soy una mujer de convicción y no de modas”; se comenta además, que Miguel Armando Mier y Concha, coordinador de la bancada del PVEM en el congreso local, ya invitó al diputado local Fabián Granier Calles y al exdiputado Jorge Lazo Zentella para decirles que su partido los espera con los brazos abiertos.
¿ESTO qué quiere decir?, que si en el salón de clases dos o tres alumnos reprueban ellos son los malos, pero si hay desbandada de más del 50 por ciento del grupo, el que anda mal es el profesor y hay que ir pensando en retirarlo antes de que acabe con la quinta y los mangos.
APROVECHANDO ESTA circunstancia, como por arte de magia aparece en el escenario Erubiel Alonso Que, aquel balancaneco que fue líder estatal priista y que Manlio Fabio Beltrones, su jefe nacional, le pidió la renuncia porque lo descubrió como favorecedor de amigos y compadres a los que les vendía candidaturas. Ahora vuelve y dice, respecto al caso Molina Becerra, “una baja en el ejército pues siempre es pérdida, pero una golondrina no hace verano” y viendo los toros desde la barrera añadió “a veces nos gusta ser priistas cuando las vacas están gordas”. Muy cierto
Por fortuna Juan Molina Becerra no es rencoroso y le envía su mejor deseo a Dagoberto Lara Sedas: “Ojalá (el PRI) no pierda el registro.”
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy me voy, no sin antes compartirles mi preocupación, aparte de Juan Molina Becerra ¿cuantos priistas más han disfrutado de las mieles del poder y el billete amparados por ese instituto político y jamás han sido militantes? ¿cuantos otros “traidores” después de haber rendido protesta como diputados se olvidan de dignidad y por dinero se van con todo y lía al partido que mejor les pague?