GUAYABERA POLÍTICA
Quizá el tema verdaderamente caliente –más que el del narco o el migratorio- en la relación México-Estados Unidos, pues se trata de millones de millones de dólares en juego, sea hoy el propósito del Presidente López Obrador, de poner al día a la industria eléctrica y fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, CFE, para devolverle su estatus de empresa rectora de la producción, distribución y comercialización del fluido, como lo considera la iniciativa que próximamente se discutirá el Congreso de la Unión.
Las protestas en torno al proyecto de rescate y regulación de esta industria, han sido en todos los tonos y desde distintas tribunas, los inversionistas nacionales y extranjeros que han apostado sus capitales en este negocio para seguir enriqueciéndose sin consideración alguna, no ven bien que, independientemente de que el gobierno les respete los contratos que otros les otorgaron en negociaciones sospechosas, les cierre el paso para seguir avanzando en el apoderamiento y dominio de la industria que tanto le ha costado a los mexicanos.
Así, han dicho que la CFE no produce energías limpias como lo hacen ellos, que México viola compromisos comprendidos en el T-MEC, que no tiene capacidad de inversión para mantener la planta actual y crecer en el futuro, que impide la libre competencia, etcétera, hasta llegarse al grado de tocar a senadores y representantes norteamericanos para que desde Washington presionen al gobierno mexicano para que dé marcha atrás y logren que sus intereses permanezcan intocables.
El propio Presidente Joe Biden ha expresado estar “preocupado” por el giro que el gobierno de México quiere darle a la industria eléctrica en uso de sus facultades constitucionales como país libre y soberano que es, que vela en todo por el bienestar de la población.
En este sentido vimos la semana pasada la conducta del embajador estadunidense en México, hacer declaraciones nada favorables a la iniciativa presidencial y exhibir fotografías en las que aparece acompañado de magnates inversionistas de adentro y de afuera de México, deseosos de quedarse con la industria eléctrica nacional totalmente en sus manos.
Kenneth Smith, socio de la empresa consultora Agon, acaba de decir en el foro Immex 2021 Innovación, Tecnología y Desarrollo, organizado por el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), que la aprobación de la iniciativa de reforma del Presidente Andrés Manuel, corre el riesgo de generar sanciones comerciales de Estados Unidos como la imposición de aranceles, pues según él se estaría violando el T-MEC, agregando que las empresas privadas que han invertido en el sector eléctrico estarían en su derecho de presentar demandas.
Por fortuna en México hay un presidente que no soslaya sus compromisos con la nación y ya levanto la voz ante tan canallescas manifestaciones, dijo recientemente que es falso que con la iniciativa en materia eléctrica, vayan a dispararse las emisiones de carbono así como que el costo de la energía aumentará como también argumentan los opositores de la 4T.
Ha negado hasta el cansancio que la iniciativa privilegia la generación de energía cara y sucia como se aseguró en Estados Unidos.
“No tienen información de lo que se está haciendo en México”, aseguró.
Un estudio del Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía estadunidense, ha establecido que la propuesta del presidente mexicano pondría en riesgo los compromisos contraídos por México en el Acuerdo de París para combatir el cambio climático.
Qué no se ha dicho. Y quién, capitalista al fin, no busca arropamiento en el imperio para atemorizar a los gobiernos y lograr que sus intereses queden a salvo en detrimento no sólo de los recursos de cada nación sino del bienestar de sus habitantes.
Los estadunidenses –no todos, cabe aclarar- están siempre dispuestos, más que dispuestos a darles la mano a nacionales que jamás antepondrán los intereses del país a los suyos egoístas y en muchísimos casos hasta criminales.
Es falso cuanto se esgrime en contra de nuestra iniciativa de reforma eléctrica, repite y repite el Presidente Andrés Manuel que ya envió una carta al Presidente Biden en la que le asegura que México está comprometido a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y a ayudar a detener el problema de calentamiento global.
“Es falso, muy falso, todo lo que se dice en contra de la iniciativa, nada de eso suena lógico, suena metálico”, ha dicho, y tiene toda la razón.
¿De qué otro modo, a qué otra cosa podría sonar cuanto viene de fuentes generadoras de abusos, privilegios, componendas y complicidades? Pues a metal… Nada más a eso, a metal!