Franja Sur
Una de las frases célebres de Montesquieu: “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder”.
Pero algunos trasnochados diputados del partido en el gobierno, creen aún que llegaron a ocupar una curul en los Congresos para estar al servicio de los presidentes en turno o de los gobernadores, y no para defender las causas del pueblo, para vigilar el manejo del presupuesto y exigir la rendición de cuentas a los gobernantes.
Todo el mundo sabe que el Congreso debe ser un contrapeso de los otros dos poderes y, eso lo entendemos desde la educación secundaria cuando los maestros nos explicaron en clase sobre la división de poderes en los regímenes democráticos.
Sin embargo, en estos tiempos observamos con infinita preocupación el ominoso camino de la deshonra pública que están cogiendo los diputados del partido en el poder.
El tipo de legisladores que nos está tocando vivir en San Lázaro es tan monstruoso como el de los aduladores vernáculos. Cantarle las mañanitas por su cumpleaños al presidente en el pleno de la Cámara y convertirse en porristas del poder Ejecutivo, es lo más ignominioso visto en los recientes años.
Por eso, el tramo que hoy se está viviendo en el Congreso de Tabasco debe ser digno de encomio, más allá de lo que haya de trasfondo. Lo destacado es que los diputados de Morena y de partidos opositores están cumpliendo con ejercer el poder que les corresponde.
Nunca se debe olvidar que nuestro estado ha sido ejemplo para el resto de México. En el siglo pasado a este trozo de patria se le llamó el “Laboratorio de la Revolución”, por sus avances frente a otras entidades. Debemos seguir siendo ejemplo para el país.
Por eso, si los diputados de la 64 Legislatura consideraron que el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero León, no tiene nada que informar, si su presencia no es útil en el Congreso del estado, luego entonces es correcto no convocarlo. Hicieron bien, y no tienen por qué disculparse si al funcionario estatal no le gustó la decisión.
Y es que el funcionario reclamó a través de un mensaje de Twitter que no haya sido considerado por el Congreso para comparecer ante los legisladores. Pretendía protagonismo pero no fue requerido.
Debe entenderse de una vez por todas, los diputados tienen un compromiso con el pueblo que los eligió en las urnas como sus representantes en el Congreso, por eso se le llama” honorable Congreso del estado”, y deben honrar su investidura. Los legisladores no son empleados ni del presidente ni del gobernador, son servidores del pueblo.
Lo que pasa es que, para desventura de la población, a veces se elige en ese cargo a personas sin dignidad, sin decoro, a personas mediocres, vulgares gana gracias y queda bien, por eso se ha perdido la esencia del auténtico legislador del pueblo. Por ejemplo, el prócer chiapaneco Belisario Domínguez.
Para fortuna de Tabasco, hoy en la Cámara de Diputados figura Jaime Lastra Bastar, como coordinador de la bancada de Morena; Soraya Pérez Munguía, guía del grupo del PRI; Héctor Peralta Grappín, líder de la fracción del PRD, y Casilda Ruiz, representando a Movimiento Ciudadano. Todos ellos con oficio político, por eso se están dando los acuerdos de manera transparente y civilizada en el Congreso del estado.