El TioVivo
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@Fer_valdesleyva
Como muchos tabasqueños, este martes estuvimos pendientes del estreno en la plataforma Netflix, de la serie “Duda Razonable, Historia de dos secuestros”, que narra el caso de un proceso en contra de 4 personas acusadas de secuestro durante la nefasta administración de Arturo Núñez Jiménez, Fernando Valenzuela Pernas en la Fiscalía y Jorge Priego Solís en el Tribunal Superior de Justicia.
No vamos a exponer el contenido de la producción encabezada por el realizador Roberto Hernández, el mismo que produjo el documental “Presunto Culpable” en el 2008 y que puso en evidencia los vicios de los procesos penales en México y que, se suponía iban a cambiar con el entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal acusatorio, pero sin duda tenemos que revisar lo que el documental implica para el estado.
La serie es un terrible balde agua fría para todos en México, pero en especial para Tabasco. Conocer la forma en cómo se fabricaron culpables en este caso, nos deja ahora a la sociedad, la “duda razonable” de cuántos más casos similares existen y cuántos inocentes más, están purgando un condena de manera injusta en las cárceles del estado.
Durante el sexenio pasado, la incidencia de secuestros se incrementó de manera notable. Tabasco ocupa el segundo lugar nacional en incidencia de secuestros entre 1997 y el 2014, según el estudio “El Secuestro en México, Situación en la última década”, publicado por el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456789/1959/CI-9.pdf?sequence=1&isAllowed=y. El documento destaca que a partir del 2006 y hasta el 2013, los casos se incrementaron; el estudio se cierra en el 2014, pero quienes aquí vivimos, sabemos que la situación no cambió hasta el 2019.
La forma en cómo se tuerció la ley para fabricar culpables y aparentar ante la opinión pública una falsa eficiencia en la impartición de justicia, no puede quedar impune. En su momento, como periodistas, lo dijimos: nadie en los organismos encargados de procurar e impartir justicia, se preparó ante la entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal. Las consecuencias de eso y de la corrupción imperante son crudamente expuestas en ese documental.
La duda, razonable, nos asalta ahora cuando nos preguntamos ¿se habrá actuado de igual manera en los casos de los homicidios de Moisés Dagdug y Juan Carlos Huerta, por citar a los más conocidos? ¿Cuántos más habrá, cuántos?
Antes de bajarnos del caballito…
Evidente es que la reciente gira de Ricardo Monreal por Tabasco fue operada por algún personaje del ámbito local. Se menciona al senador Ovidio Peralta, quien es parte del equipo de Javier May. ¿Son ellos la avanzada del candidato presidencial incomodo de la cuatroté?